Blackjack, Reina {A #2}

♥ · Capítulo 28 · ♥

Capítulo 28. Recurrente pesadilla.

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Una brisa fría se cuela por uno de los huecos de la sábana, despertándome y haciéndome titiritar de frío. Abro los ojos con pesar, todavía sintiendo mis ojos pesados, esperando a despertarme completamente antes de moverme. Y no es solo cuando intento sentarme en la cama para cubrirme completamente las piernas que me percato de un dato que me hela la sangre: No puedo moverme.

Intento hacerlo una y otra vez, pero es inútil. Siento como si hubiera un gran peso sobre mi cuerpo. En un principio llego a pensar que puede ser Aleksandr que se ha quedado dormido encima mío, pero al mover mis ojos a mi lado no soy capaz de ver nada. Estoy completamente sola en la cama, pero aún así algo sigue impidiendo que me mueva.

En un intento inútil por escapar de esta situación intento mover solamente mi brazo, pero una vez más mi cuerpo no responde. Solo soy capaz de respirar y ya no correctamente.

Empieza a correr el tiempo -no estoy segura si minutos o segundos- en los que en ningún momento dejo de luchar por moverme. El temor incrementa y la falta de aire por el terror que siento empieza a volverse desesperante.

En una esquina de la habitación una sombra se mueve, captando mi atención. Dirijo mis ojos hacia ese lugar en específico, entonces una sombra con forma humanoide surge de entre la oscuridad.

Aunque la luz de la luna le da de pleno, la sombra no tiene rostro y su figura es borrosa. Con más alteración y angustia que antes intento moverme, pero mi cuerpo no reacciona. Soy incapaz de controlar mis músculos y la sombra sigue acercándose a mí, apuntándome con un palillo de dientes que lleva entre sus dedos.

La sombra va acercándose y mientras más lo hace, más clara se vuelve la silueta. A unos pasos de mí lo que antes era una simple sombra tenebrosa se vuelve en una persona. En una persona que jamás esperé tener que volver a ver.

Raffaele.

—Ya volví, Becka... —él susurra, mientras que una sonrisa perversa se desliza sobre sus labios.

Cierro los ojos, sintiendo lágrimas gruesas correr por mis mejillas y bajar a lo largo de mi cuello, y entonces... Entonces despierto. Abro los ojos de par en par, sintiendo mi cara y cuello mojados por las lágrimas, y mi cuerpo completamente húmedo por el sudor mientras tiemblo incontrolablemente.

Fue solo una pesadilla...

Llevo mis manos a mi cara y las paso suavemente, quitando todo rastro de sudor y lágrimas que tengo en ella, y cuando ya he terminado, miro hacia la esquina de la cual surgía Raffaele en mi pesadilla, solo por las moscas. Al no encontrar nada termino de espabilarme y miro a mi lado, encontrándome con Aleksandr dormido, y a su lado una computadora encendida.

Inconscientemente busco protección en él, no dándome cuenta por un largo tiempo que en un momento que me encuentro prácticamente encima de uno de los brazos del ruso, magullándoselo. Me apartto de él tan pronto como me doy cuenta, pero el ni se inmuta. Parece estar muerto.