capítulo 26

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Quería decírtelo. Solo dios sabe que estaba desesperada por expresar que tenía mis dudas. Que había una parte en mí que quería saltar de la alegría y como una niña pequeña contarte que estaba segura de haber descubierto oro. Que todas mis sospechas apuntaban a una sola persona y quería gritarlo a los cuatro vientos.

Pero esto así no funciona. La calma debe prevalecer, la historia debía continuar su curso y yo debía terminar de conocer todo lo que un día la madre de Keelan decidió arruinar en sus vidas.

¿David Tobares pagaría? Eso estaba muy fuera de mi alcance. El hombre parecía gobernar al mundo de los adinerados, corruptos... y yo solo era una minúscula hormiga a la que podía pisotear si así lo prefería.
Pero Zhein era una buena apuesta si yo quería hacerle algún tipo de daño al hombre en cuestión.
Al menos con Katherine Maison lo intentaría por mi propia cuenta.

Desconecté de mi cabeza por unos buenos segundos para centrar mi atención en lo que realmente importaba en el momento presente: otra caja había arrivado en mi casa. Con mi dirección. Esta vez más pequeña que la primera y más liviana.

En ella encontré una nota, un collar y algunas viejas fotografías de la "perfecta" familia que simulaban ser los Maison cuando todo parecía ir cuesta arriba. Detrás de las mismas se leían las fechas de cuando fueron tomadas.
No tenía un ojo biónico, pero podía visualizar sus sonrisas falsas, sus rostros cansados y la cercanía o abrazos forzados.

—Desde siempre odiaste a Zhein por no pertenecer al mismo padre, ¿cierto Keelan? —hablé para mí misma.

Pero me sorprendió que al final de todas había una en dónde aparecía un joven pelirrojo: Eros.
Él sí sonreía con ganas aferrado a su amigo y sacaba su lengua a la cámara.

En la nota se leía: Sigue en tu búsqueda de la verdad. Así salvarás a Gretchen y ella podrá descansar al fin. Eres fuerte, perceptiva, Ariadna. Pero no dejes que lo que quieres conseguir o por lo que estás luchando acabe por hundirte en el proceso.
Si tienes que sacrificar algo o si debes cometer algunas faltas para llegar al final, jamás te arrepientas.
Y ten mucho cuidado, no todos son lo que aparentan.

Deja vú. Eso mismo me había dicho Zhein. Que no confiara en todas las personas.

Algo me decía que ésta en particular sabía lo de la muerte de John, o "naco". Que estaba tras nuestros pasos y sabía hasta dónde habíamos llegado.

Pero a eso solo lo conocíamos Zhein y yo... ¿Cómo era posible, alguien nos había seguido y estaba detrás de las notas?

Me tomó poco tiempo llegar a la casa de los Maison. Ya conocía el recorrido de memoria, pero sentí que esta vez había algo diferente, algo más importante. Y la sensación de estar siendo perseguida se incrementó a medida que llegaba a destino.
Cuando entré me sorprendí de ver a cierta persona detrás de mí al cerrar la puerta. Su mirada firme y su rostro imperturbable llamaron notablemente mi atención.

—¿Marco? Que... Qu...

—Simon Lennox. —fue lo único que pronunció Zhein sorprendido al bajar las escaleras.

Arrugué mi frente sin entender nada. ¿Qué carajos estaba pasando aquí?

—Maldito hijo de p... —Keelan se abalanzó sobre Marco en un ataque de desesperación y lo empujó con violencia haciendo que este cayera al suelo.

Allí le propinó golpe tras golpe con el puño cerrado. Marco no se defendía, por el contrario, cubría su rostro y su cuerpo mientras se ahogaba en su propia sangre hasta que fue separado de Keelan por su hermano, quien lo observó con dureza dándole la orden de mantenerse alejado.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2022 ⏰

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