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Como una cachetada que despejó la bruma de ideas, asi fue la llegada de la policía. Los hombres robustos se la vieron negras al retenerlo pues su lobo colerico apenas dejó que los paramédicos entraran

Se negaba a que más desconocidos se acercaran a su manada herida. Sus intintos alfas a flor de piel no desaparecieron ni después de recibir una dosis de sedantes suficiente para un año.

Ya no podía estar dentro del departamento cuya entrada ahora estaba bloqueada por cintas de "no pase" dos oficiales permanecían vigilantes en el umbral. Viendo con expresiones frías la banca donde el alfa cabizbajo aguardaba

Sentia el estomago revuelto y la garganta seca. Sus dientes castañeaban por los espasmos que recorrían su cuerpo. El dolor en sus huesos y articulaciones se sentia de forma leve debido a los sedantes, más su conciencia estaba bien. Era consciente de su amargo presente

Los nada disimulados murmullos de los vecinos pasaban a segundo plano. Con sus caras desaliñadas y aun en ropa de dormir miraban todo el anormal  movimiento en el edificio. Podia sentir las miradas hacia el. Todos veian con pena y lastima su semblante abatido, totalmente derrotado. Lágrimas silenciosas salian de sus ojos irritados. No sollozaba parecia mas en una especie de trance

Su cabeza pasando de un pensamientos a otro, estaba perdiendo la cordura. Sin saber que hacer o como reaccionar. Cuestionando el porqué estaba ahí

No se supone que sería asi. Era un domingo por la mañana debía estar dormitando en su cama, de fondo escuchando las estúpidas caricaturas por las que su hijo se dignaba a madrugar, o talvez con un omega empalagoso pegado a su brazo como chicle tratando de no hacer mucho movimiento para no despertarle y poder asi continuar cerca.

- ¿Cuál es la situación?- un joven hablaba mientras acomodaba su camisa. Con grandes ojeras y cara de llevar una tremenda cruda encima

- Llegas tarde Choi- le reto el otro oficial, que si mal no recordaba era el oficial a cargo

- Lo siento señor- dijo nada arrepentido- muestrame que tienes

Una joven beta le tendio un archivo al que el hombre empezó a hojear

- Nada nuevo, homicidio doble, un omega y su cachorro de cinco- la voz de la chica pronto se fue alejando cuando volvió a ingresar siendo seguida por los otros dos hombres

Un bajo gruñido lastimó su garganta y sus colmillos salieron. ¿Como hablaban de algo asi tan normal? hasta con un deje de aburrimiento. Se trataba de la vida de un niño y de un joven omega, no era un caso más. Era  su...

Familia

O algo así, el no amaba a Jimin o era un padre ejemplar y amoroso, ellos simplemente habian estado ahi los últimos años. Un suceso asi marcaba a cualquiera

Pero, dolía y mucho

No entendía que pasó o que pasaba con él. ¿Por que estaba llorando? Ni el lo comprendía. Necesitaba a alguien que le explicara porque estaba así

- vecino- dio un respingo cuando sintio un toque en su hombro.

Una mujer mayor le miraba arrepentida. La señora Jeon, su vecina desde hace mucho. Cuando llego al edificio ella ya llevaba una vida ahí. Esta traía un vaso de agua en sus manos con arrugas, su nariz y ojos rojizos señal de su anterior llanto. Le era imposible no sencibilzarse con la dura situación. ¡Por la luna!, ella se encargó de enseñarle al omega a tejer y a preparar papillas para el bebé, vio crecer su vientre y luego al niño. Como olvidar las veces que el adorable omega le ayudó a cargar sus compras, recibiendo dulces como recompensa con una enorme sonrisa de ojitos brillosos. Aquello era una tragedia para todos los que convivieron con la pequeña familia

No podia imaginar como se sentia el alfa, el debia estar desecho

- Puede pasar a descansar a mi casa, esto va para largo- con pesar veía los oficiales ir y venir por la estancia

La anciana hizo ademán de acercarse recibiendo un gruñido. No pudo evitarlo ella era una omega. Su aroma a canela podia impregnarse en él. Podia tapar el poco aroma de su hijo que aún tenia sobre si

La mujer pareció comprender pues dejando el vaso a su lado se dio la vuelta

Era una bomba de tiempo, tan débil y a la vez activo, no podia continuar así. Necesitaba a alguien de su confianza

Su mano se perdió dentro del bolsillo de su saco. El aparato en sus manos se sentia frío y hasta ajeno. Lo desbloqueó suplicando para que aún le quedara algo de bateria. Una lágrima cayó en la pantalla. Deslizándose por ella hasta quedar atrapada en la cinta adhesiva que cubría la parte rota

- ¡Mocoso! ¡¿que mierda le hiciste a mi teléfono?! 

- Lo siento appa- el niño apretaba sus manitas nervioso viendole con enormes ojos asustados- y-yo ya lo reparé - sonrió quedo antes de volver a su papel de niño bueno-¿me perdonas?

Tuvo que regresar varias veces a la pantalla inicial pues sus dedos temblando le hacían difícil encontrar su registro de llamadas

Cuando vio los puntitos de llamada lo llevo a su oreja escuchando ansioso los sonidos. Tuvo que esperar varios pitidos pues la otra persona estaba en su quinto sueño

Escuchó cuando la llamada fue atendida, antes de que el otro hablara siquiera de su labios brotó un sollozo

- Hoseok...

Mi Fortuna ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora