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Las bocinas de los autos se escuchaban en la lejanía, los ecos de las voces de los transeúntes martilllaban en su cabeza. Los claros signos de la migraña anunciaban  un pésimo  día al presentarse apenas despertar

El alfa estiro sus piernas hasta el final de la cama, aún acostado  masajeo su frente sin el más remoto deseo de levantarse, el sueño se manifestó  atrapandolo de nuevo, pronto se sintió más ligero, sus pensamientos y conciencia siendo reprimidos  por los fármacos en su sistema

Solo fue  un segundo lo que se desconectó de este mundo, cuando fue traído de vuelta por el ruido de un golpe en la pared y un quejido, se  incorporó  de un salto, totalmente crispado tal gato

Todo el color  de su cara desapareció  así como los mareos provocados por su repentino despertar, la imagen ante sus ojos le dejó en blanco

- ¡ay, ay!- el chico rubio saltaba en un pie mientras  mantenia el otro elevado, con delicadeza lo sobaba, concentrándose en el dedo  más pequeño

- ¡estúpida cómoda, maldita  te usaré como leña en mi próxima barbacoa!- el chico seguía maldiciendo con el rostro fruncido de dolor y pequeñas gotas en sus ojos

Demasiado ensimismado en su dolor como para notar al alfa que estaba al borde del desmayo

- J-jimin...

Su garganta dolió  al pasar saliva talvez por lo maltratos de sus sollozos nocturnos o por el nudo en esta

- Alfa- con una sonrisa enorme el omega  le respondió- lo siento no quis...

Su cuerpo fue apresado antes de terminar, trastabillo al ser empujado hasta chocar con la cómoda, de donde algunos perfumes y frascos fueron botados, el aroma de su alfa lo envolvió  haciéndolo sentir pequeño  ante el enorme cuerpo que lo abrazaba con demasiada fuerza, su respiración  se vio interrumpida por la fiereza del agarre, sentía ahogarse por las feromonas amargas

- ¿Eres tú?- los brazos se prendieron con más  ímpetu a la cintura rellenita

No había un solo centímetro  de distancia pero, para el alfa no era suficiente, inhalaba el aroma de su esposo con desesperación, veía sus lágrimas mezclarse con los cabellos rubios

- Eres tu, eres tu, aquí estás

- Yoon, me asfixias

La vocecita ahogada lo hizo salirse del  cuello que había estado reconociendo  y perfumando

Sus manos  se deslizaron por el torso del más bajo hasta acunar su mejillas,ahí estaban los ojos miel viéndole con esa ingenuidad y brillo que tanto extrañó

No habían golpes ni sangre, nadie le había echo daño

Un sollozo salió de sus labios estirados en una sonrisa genuina, sus  dedos  temblaban mientras acariciaban la tersa piel, lo tocaba con el miedo latente y una voz susurrando ser lo más delicado posible para que esa bella imagen de su confuso omega no se esfumara

- ¿Eres real?

- ¿Hyung, que p...

Lo calló con un beso, el sólo quería borrar la mueca preocupada que tenía el precioso rostro del omega, precioso, su Jimin era precioso y estaba ahí, arrullandolo con sus rosales, deleitando con la dulzura  de sus labios y las caricias de sus manos en su espalda

Sus manitos de bebé

Sonriendo como hace tiempo  no lo hacía se separó del suave ósculo donde exploró y adoró los labios contrarios, el piquito de pollito que pensó jamás volvería a besar

Era como in pulpo alrededor del cuerpo del omega palpando y apretando todo a su paso mientras se disculpaba, Jimin le quitaba las lágrimas que salían fuera  de control, atrapó esa manito suave y sana, llevándola hasta sus labios donde besó sus dedos uno a uno, sintiendo de paso el aroma de una crema hidratante en una rara combinación con especias

Mi Fortuna ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora