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Jimin encogió sus piernas y se hizo una bolita en un rincón del sofá en el cuarto de hotel, revisó su teléfono para ver si tenía algun mensaje de su esposo, pero solo estaban los mensajes de Baek, cargados de emojis de diablitos morados y llamas, ni el buen humor de su amigo pudo alegrarlo

Podrían considerarlo un omega dramático pero ese sentimiento de soledad le oprimía el pecho, desde que se levantó solo en medio de la enorme cama, puede que fuese una exageración pero deseaba despertar abrazado a su esposo recibir mimos y palabras dulces pero al igual que el dia anterior su esposo desapareció antes de que despertara

En la noche era tan diferente, el alfa era juguetón y apasionado, hacia de su cuerpo un mar de placer, con sus movimientos y caricias podía sentirse querido, pero cuando el alfa se iba, solo quedaba esa espinita hiriente que le gritaba que había sido usado

Gracioso sentirse así cuando apenas era la luna de miel, quizás ese era el problema y solo era cuestión de tiempo para resolver las diferencias y acostumbrarse el uno al otro

Dejó caer el teléfono debido a un estruendo y gritos que venían desde la puerta, asustado y curioso se acercó para oír algo, parecía una pelea, instantáneamente le ganó la preocupación de que su marido pudiese verse envuelto

Se asomó al pasillo con esperanzas de encontrar a su alfa, pues los gritos le alteraban, tres desconocidos eran los causantes de todo el alboroto, la decepción de que no estuviese él no fue tan grande como el alivio, la situación con la que se encontró era algo en lo que no le gustaría verlo involucrado

- cálmate, Hanna

- ¡¿Cómo voy a hacer eso?, es que no ves lo que este incompetente estuvo a punto de hacer!- un joven con el uniforme de empleados recibía los insultos cabizbajo

- pudo ser un accidente, o un error de alguien más

- osea que puedo comerme el maldito emparedado lleno de algo que va a matarme, solo porque alguien se equivocó, ¡informe mi alergia con anticipo!

- lo siento señora- el joven hizo una reverencia, sujetando entre sus manos la boina, apretaba con fuerza temeroso de la ira de la alfa

- lo ves, ni puede hablar bien, ¡un extranjero tenía que ser!, eso deja claro de quien es la culpa, si ni debe saber leer

- señora...

- ¡ya basta, no me hables con ese feo acento tuyo!- escupió hacia el joven que retrocedió sin éxito al esquivar

- ¡no sé como este lugar contrata gentuza como tú, hablaré con tu gerente, un despido es lo menos que te espera!- le señaló, con ira haló del pequeño mantel que estaba sobre el carrito de la comida

Todo el desayuno fue a dar al suelo, la vajilla y comida quedó esparcida en el suelo, los pantalones y zapatos del joven quedaron manchados

- limpia eso, sin errores de preferencia

La mujer salió dando tumbos por el pasillo , seguida de su acompañante quien le dió una mirada de lástima al jóven

Los demás huéspedes que también habían estado viendo, cerraron las puertas y volvieron a lo suyo al ver que todo había terminado

Sólo Jimin se quedó a ver como el joven se agachaba para recoger el tiradero, coloco un plato que se había salvado sobre el carrito y se apresuró a ir por un trozo roto, la sangre salió de su mano cuando lo apretó en su palma, el dolor pasó a segundo plano, pues concentró la ira y humillación que sentía en aquel pequeño trozo, que terminó de romperse, clavándose en su piel

Mi Fortuna ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora