El portafolio cayó al piso, tras no ser puesto correctamente en la repisa, su dueño lo dejó ahi tirado, no queria ver esa porquería al menos hasta la mañana siguiente. YoonGi masajeo la parte traseras de su cuello, arrastraba sus pies por el living del departamento, el dia laboral habia sido de lo mas ajetreado, solo queria su cama y quizás algo ligero de cenar
Las clases de Jimin terminaba temprano, por lo que sabía que habría algo delicioso esperando. El buen sazon del omega era su reciente enemigo, pues su cuerpo se veia más relleno desde que empezó a degustar la comida que Jimin preparaba. La cosa había empeorado las últimas semanas, esto debido a que Jimin había empezado a tener mucho apetito y antojos de medianoche, los que el no podía evitar comer también. Se propuso salir a correr y ejercitarse por las mañanas, pero la intención quedó desechada desde hace meses, solo un loco renunciaría a una cama tibia para ir a caer desmayado en algun parque.
Al entrar a la sala, por inercia inhaló el aroma impregnado en la estancia, los olores florales eran muy comunes entre la población omega, nada especial pero tras mas de un año de convivencia con Jimin su olor a rosas ya era relacionado con pertenencia, una prueba de que ya no tenia que estar entre papeles y desconocidos que solo esperaban que cometiera un error para hundirlo, las rosas marcaban el final de su faena, el inicio de un merecido descanso
Estaba en su hogar...
Un hogar que se había visto invadido por un olorcito más suave, era tan tenue y dulce que en ocasiones actuaba como sedante para su lobo, habia dormido muy bien, gracias a ese aroma que recientemente estaba adherido a Jimin
No le era extraño, puesto que Jimin estaba en un tratamiento de fertilidad, lo que alborotaba sus hormonas y aveces alteraba su olor.
El gruñido de su lobo acabó con la serenidad que pensaba obtener, fuera de encontrar paz o ese olor dulce, se encontró con una atmósfera pesada cargada de miedo y una amarga tristeza
- Ese omega tonto, otra vez esta viendo sus dramas deprimentes
Suspiro para taranquilizarse y no ir a lanzar la televisión por la ventana, gruñendo fue a la cocina y abrió el refrigerador, se quedo inmóvil disfrutando del aire frio contra su rostro
Husmeando, encontró lo que buscaba, como un digno guerrero aún sobrevia el helado que había comprado apenas el día anterior, eso ya era un logro teniendo a Jimin en casa, sin dudarlo sacó el recipiente y de puntitas buscó entre la alacenas las galletas que el omega ocultaba, no entendía como es que podía llegar hasta allá arriba siendo tan enano.
Por mas ridículo que fuera, la unica manera de calmar los lloriqueos de Jimin eran un par de galletas y helado, solo eso bastaba para que dejara de quejarse o de maldecir a los protagonistas de sus dramas.
Si Jimin estaba triste su aroma lo incomodaba. Si estaba incomodo no podia dormir, si no dormía estaria de malas pulgas y terminaría gritando mierda que por desgracia terminaba con un jimin triste y asi un ciclo sin fín
El helado y galletas eran un viejo aliado. Y quería consentir a Jimin un poco, él había sido de gran ayuda para sobrellevar la partida de su abuelo, de cierto modo se sentía en deuda.
-Ya llegué
Sin tocar entró a la habitación y buscó en lo profundo de su ser, una miga de paciencia para no soltar ningún comentario estúpido, con lo llorón y sensible que andaba Jimin, un mal paso y terminaría durmiendo en el sillón
Sorprendido, Jimin soltó un gritito y cerró la puerta de la pequeña cómoda que estaba detrás de el, quedándose quieto, veia con emormes ojos a su regien llegado alfa
Con solo una mirada, YoonGi supo que el omega andaba en una movida sospechosa, Jimin, era muy mal mentiroso, podía notarse que ocultaba algo en sus manos, la cuales tenía tras la espalda
ESTÁS LEYENDO
Mi Fortuna ||Yoonmin||
FanfictionPark Jimin era un omega afortunado. A pesar de tener una vida llena de lujos como el único heredero de la fortuna de los Park, habia sido víctima del rechazo y críticas desde niño, todo por no ser un omega normal, pero nada de eso importaba ya. Ese...