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Años antes

YoonGi vio como las manecillas del reloj en su muñeca marcaban las siete, levantándose furioso recogió su saco del perchero y se dispuso a irse, se acomodó la solapa de la camisa y revisó que el pañuelo en su cuello luciera bien

Todo él lucía impecable, el sueldo que ganaba como asistente no era mucho, por lo que la tela no era de la mejor calidad, pero su porte y elegancia no podía ser cubierto por la pobreza, con zapatos bien lustrados y el pelo rojizo pulcramente peinado, estaba listo, solo faltaba su acompañante

Le había estado esperando desde hace más de una hora, ¿Qué tanto se hacía?, el maquillaje no hacia milagros y menos en alguien que no sabía nada respecto a como aplicarlo, gruñendo se cersioró de llevar las llaves y su billetera, no estaba dispuesto a esperar más, si Jimin realmente quería ir, lo alcanzaría en la fiesta

Tomó el picaporte para irse pero se retractó al recordar lo emocionado que está Jimin por acompañarlo a la reunión con sus antiguos amigos de la universidad.

Había recibido la invitación desde hace ya muchas semanas atrás, en primera instancia, pensó ir solo, tomarse un par de tragos y volver, Jimin no tenía porque ir, total no conocía a ninguno de sus antiguos compañeros y solo sería objeto de cuchicheos y burlas por ir con el hijo raro de Park, pero al no querer soportar una nueva discusión con el omega decidió esperar un poco más.

Aburrido, balanceaba las llaves del carro en sus manos.

El tema del auto había dado pie a muchas discusiones al principio, aunque al final Jimin terminó cediendo todavía había cierta incomodidad debido a que el anillo de su madre fue vendido para poder comprar el automóvil. YoonGi seguía manteniendo su posición, no dispuesto a disculparse por ello, después de todo, el mismo Jimin le había regalado el anillo, estaba en su derecho al venderlo.

No comprendía porque habia tanto drama alrededor, siendo que su dedo estaba adornado por la sortija de matrimonio, cualquiera que lo viera sabría que estaba casado, así que el anillo de compromiso era prescindible, había sido más útil al ser vendido que yendo en su meñique.

- Ya estoy listo, Hyung

El omega anunció saliendo de la habitación, él ceño de YoonGi se frunció más al inspeccionar como iba vestido, asustado por la reacción del alfa, Jimin retrocedió inseguro de su apariencia.

Llevaba zapatos con tacón para no sentirse muy pequeño al lado de YoonGi, unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca, semitransparente con pedrería en el pecho y mangas, por sugerencia de Baek se dejó los botones dabrochados dejando entre ver parte de su pecho y clavícula, los pendientes largos que su papá le había regalado para su cumpleaños, acariciaban su cuello largo y escarchado que era adornado por una gargantilla negra , no sabía maquillarse muy bien, asi que solo llevaba algo sutil, creía verse presentable, ¿había exagerado con el maquillaje? ¿O sus piernas gruesas se veían mal con esos pantalones? ¿Y si la camisa era muy sugerente?, no quería avergonzar a YoonGi

- te ves...

Habló YoonGi todavía perplejo por lo diferente que se veía, Jimin era alguien con quien convivía a diario, conocían cada manía uno del otro, hasta la más vergonzosa, aprendio a leer sus gestos en la cama y fuera de ella, conocía lo grosero que podría llegar a ser cuando se molestaba, los insultos y palabrotas que usaba para discutirle, dormía y despertaba con el omega a su lado, conocía cada prenda de su aburrido guardarropa, desde su ropa interior agujereada hasta la lencería atrevida que guardaba para ocasiones especiales, aun así, Jimin todavía era capaz de sorprenderlo y dejarlo sin palabras, como en ese momento. Quien diría que ese sexi joven era el mismo omega con el que competía por usar el baño todas las mañanas.

Mi Fortuna ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora