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Pasado

YoonGi soltó un sonido extasiado por el sabor amargo en su garganta, seguido dejó otra mordida al pastel es su mano. Un delicioso y recien horneado pastel de chocolate, podia sentir la textura suave y esponjosa, el contraste del café con el dulce de leche presente en el postre

Estaba como un cachorro con las mejillas sucias del merengue café, lleno a exceso pero tragando sin masticar siquiera, atacado por la necesidad de probar las galletas de almendras que le esperaban en un bowl

Era un dia hermoso el cielo azul sin ninguna nube haciendo de intruso, YoonGi disfrutaba recostado bajo la sombra de un árbol en medio de un campo verde, acompañado de la brisa fresca que llevaba de vez en cuando perfumado pétalos rojos

Era el paraíso de las rosas, tan rojo y pacífico

Sentia a su lobo dormitar tranquilo, soltando ronroneos y moviendo la cola cuando sentia el sabor de los postres que degustaba en el azucarado picnic

- ¿Quieres más?- YoonGi abrió sus ojitos negros al máximo, su corazón no estaba preparado para las sorpresas y casi sale de su pecho cuando Jimin habló

El omega estaba sonriendo frente a él, vestía un suéter azul cielo que hacía ver su piel pálida y cremosa, tenía el cabello rubio más largo de los habitual. En su regazo reposaba un bultito que estaba envuelto en una manta gris, la sonrisa y la anterior pregunta eran para el bebé que extendía sus manos hacia el biberón.

La imagen del omega siendo amoroso con alguien que no era el fue tan nueva pero tan hermosa que solo observó en silencio para no interrumpir.

- ¡Papi!

La mirada de ambos fue hacia el niño que corría hacia ellos, sus piernas cortas pisaban la hierba que llegaba hasta sus tobillos, en su carrera agitaba su cabello negro y sus lentes rebotaban sobre su nariz, estaba enfocado en el montón de flores que cargaba en sus brazos y en llegar hasta ellos, corría con todas sus fuerzas, dando una hermosa sonrisa cuadrada.

- ¡Lo logré! - anunció cayendo de rodillas, le tendió el montocito de flores a Jimin con sus manitas sucias

YoonGi descubrió que era una corona hecha de lirios morados y blancos.

- Es hermosa, bebé- alabó Jimin inclinado la cabeza para que el cachorro pusiera la corona entre sus cabellos rubios

- También traje una para Yeonjunnie, pero creo que le quedará grande

Jimin picó con su índice el puchero en los fruncido labios de su hijo mayor.

- Una sola flor bastará

Más animado el niño arrancó uno de los lirios y lo dejó sobre la manta de su hermano

- tíc, tac

Una extraña voz vino desde el lado, YoonGi dejo la hermosa escena para ver a la persona que estaba sentada a su lado.

Retrocedio asustado al no haber notado que estaba ahí desde antes. No reconoció el precioso perfil del hombre, más sabia que recordaría haber conocido a una persona con un extraño cabello rosa y llamativos ojos azules que en ese momento observaban como Jimin convivía con sus cachorros.

-¿Quién eres tú?

YoonGi cuestionó en un susurro, en su mirada sólo había desconfianza

- tic tac- fue lo único que respondió

La mirada del desconocido esta vez se desvió hacia otro lado, al seguirla YoonGi dio con un enorme lobo negro que los acechaba, con filosas fauses goteando saliva, se agazapaba al piso tal depredador ante su presa

Mi Fortuna ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora