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                                  ¿🔞?






- te dije que no vinieras

Lo siguiente que sintió fue su ropa siendo estrujado por el cuello, llevo sus manos a la del alfa tratando de soltar el agarre, ya un tanto asustado al sentir como empezaba a elevar su cuerpo hasta ponerlo a su altura

- ¿Hyung que haces?, yo ya me voy, lo juro

Los labios del alfa lo callaron besandolo, Jimin tardó en corresponder no entendiendo el actuar del alfa ¿ya no estaba molesto?

Acostumbrado a los besos tranquilos y suaves, sintió ahogarse por el frenesí que fue atacado, no sabiendo seguir aquel ritmo tan fogoso que el alfa imponía entre jadeos, atacando con mordidas sus labios gorditos, casi sediento de él. Cerrando sus ojitos con fuerza le siguió el juego lo mejor que le permitió su inexperiencia

Cuando la lengua traviesa empezó a ir más allá de los límites conocidos para él, intento apartarlo cosa que el alfa respondió  empujando su cuerpo más grande contra él, quedando atrapado con la madera de la puerta en su espalda, sin dejar sus labios  la mano que lo sujetaba por la ropa le soltó, dejándola ahí empezó a subir acariciando el collar negro que cubría la piel de su cuello, ese trozo de tela con la que los omegas solteros mostraban que no tenían un alfa, que su cuello estaba libre de marca, un símbolo de pureza que tentaba al humano y algo  que era una afrenta para el lobo caprichoso de YoonGi

Jimin ya no estaba soltero, ¿Por qué llevaba eso?, ¿no lo consideraba su alfa aún?

Las uñas del alfa crecieron clavándose en la tela que se rompió como papel, al sentirse atacado Jimin salió de su ensoñación  y quizo apartarse pero su cuerpo quedó inmóvil al sentir los humedad de los labios del alfa sobre su glándula de aroma, ahí donde debería haber una marca, Jimin cerró los ojos sintiendo calor asentarse en su vientre, estaba descubriendo lo sensible que podía ser ese sagrado lugar y como su cuerpo reaccionaba ante los besos bruscos y chupones que le dejaba, sin darse cuenta empezó a gemir bajito aferrándose a la camisa del alfa

YoonGi sintió haber encontrado un pequeño paraíso, era dulce, de forma tímida pero estaba presente la dulzura de las feromonas omegas, ese olor que creyó imaginar era más claro al tomarlo de la fuente

Se habría tomado el tiempo de descubrir que flor era, pero la exitacion  que le abordó le hizo perder la cordura, como dos serpientes sus manos atraparon las piernas de Jimin alzandolo hasta enrollar los gordos muslos alrededor de su cadera

El rápido movimiento asustó a Jimin  que lo aparto de su cuello,  las miradas oscurecidas y exitadas se encontraron, YoonGi sonrió de lado al ver la carita espantada del omega, jadeante y con labios rosas y entreabiertos que le invitaban

Al diablo, Jimin ya era su novio porque sufrir el celo si ya lo tenia ahí

Soltó aire que impacto caliente en el rostro de Jimin, quien acomodando sus brazos alrededor del cuello le atrajo más cerca anhelando más cercanía

- alfa- le llamo con voz dulce, su tono dulce mostraba necesidad,  el pequeño Jimin estaba exitado, el alfa se sintió tentado por la inocencia que aquellos ojos miel seguían conservando aún en esa situación, le instaba a cuidarlo

Le besó, esta vez siendo solo un piquito, sus labios  se arrastraban perezosos repartiendo pequeños sinselazos por el labio inferior y de ahí hasta la mejilla esponjosa, la cual no pudo evitar morder con suavidad robando un risita del omega

El breve receso de lujuria se olvidó cuando la cadera del alfa se movió, frotándose con la entrepierna del omega que gimió fuerte, sus mejillas se tiñeron de rojo cuando el alfa gruñó en respuesta, totalmente complacido y perdiendose con el placer de al fin poder aliviar su calor, sus encías aún picaban por lo que por mero instinto comenzó a chupar la suave piel del cuello del omega, mordiendo cuando sentía la rica fricción, delineó la clavícula dejando marcas rojizas que le elevaban el ego a él y su lobo quien no parecía nada molesto por la situación

Mi Fortuna ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora