28.

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POV ALISSON.
El doctor salió de la habitación y me quedé con mi tía, no subí la mirada no podía ver a nadie a la cara después de esto, no tenía ningún pretexto para decirles, es mejor quedarme callada, lo que más me dolia era que mi padre no estaría orgulloso de mi.
-¿Por qué no le has dicho nada a Billie?.
-No no puedo decirle, no puedo ni mirarla a la cara ¿Cómo crees que se sentirá?, ella es lo mas hermoso que he tenido en mi vida durante estos años, yo simplemente no puedo decirle que puedo irme y dejarla por años, sería egoista decirle que me esperara. -la voz se me corto, sentí unas manos tomar las mías.
- Es por eso que consumiste todo eso.
Negué con la cabeza.- No, yo no se por que lo hice.
-Hija sabes que te queremos, y también me acabo de enterar que hace 1 mes que no has ido con el psicólogo. No esta nada bien, todos nos preocupamos pero sin duda más Billie prácticamente caíste al suelo y ella te tuvo entre sus brazos mientras llegaba la ambulancia ¿Qué hubiera pasado si la ambulancia no llegá a tiempo?.
-Morir - susurre.
-Exacto morir entre sus brazos, necesitas hablar con ella, contarle, lo más probable es que tu tío ya le dijo, pero ella necesita escucharlo de tu propia boca, se que tomaras la mejor desición, solo sigue lo que el corazón te diga, si tu corazón dice que luches por los recuerdos hazlo, si tu corazón dice que luches por Billie hazlo, esta desición es tuya, no quiero presionarte pero solo tienes dos días para darle la respuesta al abogado.
Solo asentí. - Te dejaré descanzar, todo ha salido bien, si sigues haci en la tarde podrás salir.
No conteste solo escuche cuando la puerta se cerró.
Levante mi rostro y me permití llorar, no quería dejar a Billie, pero tampoco dejar los recuerdos que tuve con mi padre.
Llore por todo, si tan solo él estuviera aquí todo sería más fácil, si tan solo tuviera a mi madre a mi lado no estaría sola, apesar de tener a tanta gente a mi lado, gente que me quiere me siento sola, me hace falta ese calor que solo tus padres pueden darte, yo solo quería desaparecer del plano, no quería romperle el corazón a Billie, pero tampoco quería romper el mío, todo sería más fácil si hubiera pasado esto antes de conocerla, todo sería mucho más visible.

Desperté cuando la luz de la habitación comenzó a lastimarme, abrí mis ojos lentamente tratando de acostumbrarme, cuando pude ver mejor me di cuenta que Billie estaba acostada en el pequeño sillón, sus facciones relajadas hicieron que mis ojos se humedecieran, ella se movió un poco y se sento en el sillón mientras tallaba sus hermosos ojos.
Cuando abrió los ojos y me miró mi corazón se aceleró, no se que haría si dejara de ver esos ojos que tanto amo, ella me regalo una sonrrisa, se sentó en la pequeña orilla de la camilla.
-¿Como te sientes? - pregunto.
Baje la mirada no merecía tenerla aquí conmigo ahora.
-Bien - dije en un pequeño susurro.
Me abrazo, respire el aroma que desprendía de su ropa, todavía no tenía una desición pero ahora con tenerla en mis brazos se complicaba cada vez más.
-Perdoname - dije.
-Esta bien tranquila, pero quiero saber que te pasa, esto no es normal en ti - dijo mis lágrimas salieron de mi rostro ella se separó un poco y levantó mi mirada.
-¿Que sucede? - pregunto de nuevo, no podía decirle nada todavía, al parecer ella todavía no sabía nada.
-Yo... Yo no no puedo - quebré en llanto, era demasiado peso, podría joder lo nuestro y a ella con tan solo una respuesta. - ¿Puedes quedarte conmigo hoy en la tarde?.
-Me lo pidieras o no, no me alejaría hoy de ti, no después de esto - sonreí un poco. - Ven aquí - me acurruque entre su pecho, ella daba suaves caricias en mi espalda.

-El doctor dijo que solo tienen que firmar y podrás irte a casa - dijo Billie mientras hidrataba sus labios.
-Esta bien - conteste mirándola, ella podía hacer cualquier cosa y yo la miraría siempre.
-¿Por qué me miras tanto? - pregunto, baje la mirada.
-Eres muy linda - dije en un susurro.
-No escuche - se sento en la camilla.-Mirame - negué con la cabeza. - Anda, no sabes lo mucho que extrañe mirar esos ojos que tanto me encantan - sonrreir un poco.
Subí la mirada lentamente, cuando sus ojos se encontraron con los míos sentí que debería quedarme a su lado, quedarme para luchar por lo nuestro, no soporte más y baje de nuevo la mirada.
-¿Es por lo que pasó que no quieres mirarme?.
Asentí - Amor todo esta bien,hablaremos después, tenemos mucho tiempo para hablarlo - dijo y sentí mi corazón romperse, me trague el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta, impedí que las lágrimas que se formaron en mis ojos salieran. Quería decirle que no teníamos todo el tiempo del mundo, todo esto podía terminar en tan solo dos días.
Sentí sus brazos rodear mi cuerpo, la abraze con fuerza, echaría de menos sus brazos, sus besos.
-Siento interrumpir - hablaron.
-No te preocupes, los dejaré solos - Billie se levantó - Te veré en un rato - dejo en beso en mi cabeza y supongo que salió.
El cuarto quedó en silencio, comenzé a jugar con mis manos.
-Perdoname por cómo reaccione ayer solo que todo esto..... Se que no debí gritarte pero tuve miedo Ali, tuve miedo de perderte, sabes lo que ha pasado en mi familia, y no puedo perderte a ti, no a mi hermana. No sabes el miedo que se instaló en mi cuerpo cuando Lauren me marcó que estabas en la ambulancia camino al hospital, llamé a Billie para que me dijera algo pero no contestaba eso alteró mis nervios, cuando entre y mire que Billie estaba sola sentí mi mundo venirse abajo. Disculpame por como te hable, se que no era la manera pero no supe como controlar todo esto, no supe como.
Nos quedamos en silencio de nuevo.
-Yo se que estos años has estado luchando contra los demonios de tu pasado, contra la depresión que te diagnosticaron,entiendo tus acciones, pero esta vez no. Esta vez no logro entender el porqué. Sabes que contaras siempre conmigo, que jamás te dejaré, solo déjame ayudarte de nuevo, déjate ayudarnos, ambos sabemos que si sigues con esto ya no podrás controlarte, tan solo unas semanas te bastó para llegar aquí, está vez estás bien Ali, pero - su voz se corto un poco - Yo no podré soportar otra vez verte aquí por una posible sobredosis, dejate ayudar te lo pido, por favor - solté un sollozo.
Unos brazos me rodearon lo abraze con fuerza, el sabia todo de mi, mis demonios, me ha visto en la peor manera, ha vivido cada cambio conmigo, el siempre ha estado.
-Perdoname, por favor, no - deje escapar otro sollozo - No quiero perderte, a ti no.
Escuche sollozos de su parte. - Ya no se que hacer para me tenerme bien, pensé que las drogas me ayudarían, pero me han dejado peor.
-Todo va estar bien, lo prometo, estaré siempre a tu lado, siempre estaré contigo.
-Les falle a todos, le falle a mi padre - un sollozo más fuerte salió de mi garganta.
-Tranquila, eso no es haci, todos sabemos que no fue tu intención. Pero por favor deja ayudarte, deja que te ayudemos todos, tienes que regresar a terapia, tienes que seguir con tu tratamiento, se que odias estar medicada pero debemos hacerlo para que te sientas mejor.
Solo asentí - Perdon - se separó de mi y levantó mi mirada para verlo.
-Jamás me pidas perdón si es por que no estas bien, jamas me pidas perdon si es para ayudarte, jamas entiendes, tu eres una de mis prioridades y lo único que quiero es verte mejor, sana, con una sonrrisa en tu rostro, con el brillo en tus ojos, con aquel brillo con el que te conocí. Todo va a mejorar, no me separaré de ti, si no lo hice cuando entraste en tu peor momento, menos ahora, nada podrá alejarme de tu lado Ali, nadie.

-Descanza un poco, la cita con el psicólogo será mañana bien - Asentí mientras me acomodaba en mi cama.
Mi tío cerró la puerta y me quedé sola.
Mire la foto de mi padre que colgaba en aquella pared frente a la cama.
Necesitaba tenerlo a mi lado, necesitaba escuchar su voz de nuevo, necesita un abrazo de él, necesitaba tener su cariño.
Me tape con la cobija hasta la cara y me hize un obillo, deje las lágrimas salir, me permití llorar, me permití liberar todos esos sentimientos que desde hace tiempo tenía guardado dentro de mí.
Cada recuerdo pasó por mí mente, tan visibles que sentí vivirlos de nuevo.

- Por favor díganme como esta mi padre - dije con los ojos llorosos..
-Estamos tratando de estabilizarlo señorita.
-Por favor necesito que lo salven, él no puede irse todavía - suplique, aquel enfermero me miró con tristeza.
-Haremos todo lo posible, pero - me miró - No sabemos si pueda salir bien.
Tras decir eso entró en aquel cuarto donde se encontraba mi padre.
Mi celular sonó, temblorosamente lo tomé entre mis manos.
-Ali, que sucede mi madre me aviso que me llamaste.
-Mi papá - dije en un pequeño sollozo.
-¿Que sucedió?.
-Él .... él está muy mal, esta en urgencias - un pequeño sollozo salió de mis labios.
-¿Estas en el mismo hospital de siempre?.
-Si.
-Voy saliendo.
Colgó, trate de tranquilizarme, trate de  pensar cosas positivas, trate de pensar que el está bien, que solo era uno de tantos ataques.
15 minutos después la puerta se abrió, el doctor se acerco a mi.
-¿Cómo esta mi padre? - pregunté con el corazón en la garganta.
El doctor sólo me miró y lo supe en seguida - ¡NO!, dígame que e. él  está bien, por favor.
-Lo siento Ali, no pudimos hacer nada, después del ataque, sufrió un infarto, intentamos reanimarlo pero ya no había mucho que hacer.
Cada palabra fue una daga que rasgaba cada poro de mi piel.
-No, mi papá no - mi cabeza dolia, me apoye en la pared, me costaba respirar.
-No te muevas iré por un enfermero para que te cheque, lo siento Ali pero ambos sabemos que era lo mejor para tu padre.
Mi vista se nubló por las lágrimas, caí sentada, trataba de respirar, el aire me faltaba, todo daba vueltas.
-Ali - levante la mirada Mau venía corriendo hacia mí.
-Que.... - al verme a los ojos supo la respuesta, sin pensarlo se sento a mí lado y me abrazo.
-Me tienes aquí, no estás sola Ali, no lo estás...

El calor de otro cuerpo detuvo aquel recuerdo que cambió mi vida.
-Llora, estoy aquí contigo.
Acarició mi cabello lentamente, gire y la abraze con fuerza, en mi mente se repetia una y otra vez la última mirada de mi padre, antes de que él entrará al hospital y su última palabra tambien.
" Te amo".
Esa es la razón por la que no le digo a cualquiera esa palabra, esa palabra es muy importante para mi, por eso me costó decirle el primer te amo a Billie, apesar de que sabía que estoy enamorada de ella, no podía decirle esa palabra si ella no lo sentía.
-Te amo Ali siempre recuerdalo - dijo en mi oreja.

Desperte buscando a Billie a mi lado, pero su lado estaba vacío, mire el reloj " 4:00 AM". Vi la puerta del cuarto abrirse, me senté en la cama.
- Dios - dijo Billie. - Me asuste. - soltó una pequeña risa que calentó mi corazón.
-Disculpa - dije.
-¿Que haces despierta?.
-Solo me desperté.
-¿Estas más calmada?. - dijo mientras se metía entre las cobijas.
-Si, gracias.
-No agradezcas, solo quiero que estés bien - dijo, me acosté de nuevo.
-No merezco que estés aquí ahora - abraze su cuerpo, me gustaba sentír el calor que desprendía su cuerpo.
-Callá, lo mereces y punto - abrazo mi cuerpo y nos quedamos en un cómodo silencio..
-Bill - susurre.
-Dime nena - suspiré.
Era ahora o nunca.
-Tengo que decirte algo - dije mientras tragaba en seco.
-Escucho...

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Hola chicos quiero agradecerles por leer la historia.
También decirles que el 13 de Enero es una fecha bastante importante, ya que ese día se celebra el día mundial de la lucha contra la depresión.
Mucha fuerza para todos los que están pasando por ese proceso tan doloroso y de sanación..
Sentirse mal no te hace débil, tampoco de hace una persona que está loca.
"Esta bien no sentirse bien.".
Como también esta bien llorar.
Enojarse.
Todos lo que están pasando por ese proceso tan agotable y horrible son unos guerreros, la lucha más fuerte es la lucha que tienes en el interior, tanto físicamente y mentalmente.
Ustedes no se rindan chicos, ustedes pueden, todo mejorará con el tiempo de eso estoy muy segura.
Luchen y no se rindan, y si deciden rendirse no los hace unos mediocres.
Lo importante es levantarse de nuevo, levantarse y aferrarse a esa posibilidad de vivir con tranquilidad, con la felicidad que tanto queremos.
Todo se puede chicos y si ya no tiene más ganas  busquen ayuda, buscar ayuda no te hace débil, te hace fuerte y único.
Luchen, luchen por esa vida plena que todos merecemos, todos merecemos vivir felices y con plenitud sin importar quienes seamos, de nuestros orígenes, todos lo merecen.

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