𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑢𝑛𝑜

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T/n Hayashi

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T/n Hayashi


Ha pasado una semana. Hasta ahora los único que han venido a visitarme además de mi madre y mi hermano son Tsukasa y Haruki.

- Kenzo me pidió que te diera esto - Haruki me entrega una caja de chocolates.

- voy a matar a Kenzo - comenta Tsukasa - quiere robarme a Hayashi.

- Tsukasa, tú y yo solo somos amigos.

- ¡Eres mi esposa! - grita pucheando y yo río.

- ¿Te gusta Kenzo, T/n? - me pregunta Haruki y el color sube a mis mejillas.

- ¿Que? No, claro que no.

- lo negaste dos veces, si te gusta - contradice Tsukasa.

Acabo de pasar por dos amores imposibles. Uno de ellos simplemente es imposible y el otro está muerto.
Soy una cobarde, no luche lo suficiente por ninguno de los dos.

- ¿Que piensas de Kenzo? - vuelve a preguntar Haruki.

- es un lindo chico.- respondí.

- le diré que venga - comenta - por alguna razón siempre que le decía que me acompañará a venir me ponía algún pretexto tonto y actuaba raro. - hace saber y sigue - creo que no le gustan los hospitales, tal ves una mala experiencia.

- ya veo... - comente.

- pero no lo necesitas, aquí estoy yo - Tsukasa pasa sus brazos por mis brazos y me abraza por la cintura tocando con sus manos mi abdomen.



Tocaron a la puerta, por reflejo miré y espere a que entraran por esta. Una sonrisa se formó en mi rostro cuando vi al rubio cruzar por la puerta.

- ¡Kenzo! - creo que exagere al gritar su nombre, pero es que realmente estoy feliz de que el este aquí.

- Hola T/n-chan. Perdón por no venir antes.

- no importa. - le digo - Lo que cuenta es que ya estés aquí.

Sonríe - supongo que tienes razón. - mira la habitación, su mirada se detiene en el cuadro que me dio mi admirador secreto. - ¿Que pasó con tu admirador?

- no lo sé. - respondí - en la última carta que recibí de el, decía que pronto lo conocería, pero...

- no te preocupes. De seguro sabe lo que está pasando, todos en la escuela lo saben.

- supongo.

- te traje esto. - de su mochila saca un libró. - es de mis autores favoritos. Tus padres me dijeron que tus ánimos no estaban muy altos, así que se me ocurrió traerte un libro de mi autora favorita, para intentar si eso te inspira a ser escritora.

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