Capítulo 17
LEXI ( P.D.V )
Me quedé muda..¿qué podía decir? jamás antes había estado con un asesino.. vale,yo me decribía a mi misma como una malota, y todos aquí dentro también, pero todos o eso me supongo yo, teníamos un límite.. excepto Jessica, esa hija de puta no tenía límites.. pero jamás, jamás pensé que ese chico que me había gritado mil veces que yo no era mejor que nadie y que me bajara los humos, era un asesino.
- ¿Mataste a una persona? - Pregunté conmocionada después de un breve silencio.
- ¿Te sorprende? - Preguntó él dejándo escapar una risita amarga.
¿Me sorprendía? joder que si me sorprendía, pero yo no podía juzgarle, hacia solamente unos minutos le había dicho que necesitaba desahogarse, yo ahora no podía juzgarle, él me había elegido como la persona a la que contarle sus problemas, tenía que callarme y escuchar, hasta que él me pidiera que dijera algo.
- Te escucho - Me limité a decir, él me dirigió una mirada sorprendida y cuando desvió la mirada de mis ojos, empezó ha hablar.
BRIAN ( P.D.V )
Cerré los ojos y empezé ha hablar.
- Tenía trece años, yo no crecí en un ambiente acojedor con una familia feliz, mi infancia fue totalmente distina a la que tu y muchos de los que están aquí tuvieron, mi padre era un drogadicto y mi madre una prostituta que se acostaba con viejos solamente para poder pagarle la mierda a mi padre.. ¿por qué seguían juntos? sinceramente no lo sé - Dije - si se hubiesen querido, mi padre jamás habría permitido que mi madre se acostara con otros hombres solamente para pagarle su mierda, tampoco hubiese sido un alcohólico que llegaba borracho todas las noches a casa, pagándose la bebida con el dinero que mi madre conseguía.. todas las noches llegaba y siempre era lo mismo, le pegaba a mi madre, le daba palizas que hacían que ella gritara como .. - Suspiré - simplemente gritaba, gritos que me perforaban los oídos, te apuesto lo que quieras a que muchos vecinos la escuchaban.. pero nadie hacía nada, viviamos en un barrio en las que todas las familias eran iguales.. yo, claramente fui un bebé no deseado, ¿por qué me tuvieron con ellos y no me abandonaron? tampoco lo sé, no se molestaban en darme de comer, yo tenía que buscarme la vida para llevarme algo a la boca, simplemente me trataban como si yo no exitiese, estuvieran o no drogados, yo para ellos no existía.. ¿cómo aprendí ha hablar? pues tampoco lo sé, nadie se molestó en enseñarme nunca, al menos que yo recuerde.. mi infancia simplemente fue una mierda, mi padre solo me tocó unas cuantas veces, veces en las que me rebelaba, en la que me interponía para que dejase de pegarle a mi madre.. ella no me quería, pero para mi era imposible no quererla.. una noche mi padre llegó totalmente mal.. estaba peor de lo que alguna vez lo hubiese visto.. y creeme, lo vi mal.. pero jamás como aquella noche, estaba totalmente desquiciado.. llegó y sin ningun motivo empezó ha pegarle a mi madre, ella gritaba pidiendole que parara, pero él no hacía caso, nunca hacía caso..¿por qué no le dejó? creo que mi madre lo amaba, a pesar de todas las putadas que le hacía, lo amaba.. por eso nunca le dejó, por eso dejaba que le diera palizas que podrían acabar con su vida en cualquier momento.
Paré de hablar, los ojos me picaban, estaba intentando no llorar, recordar aquella noche, recordar mi infancia.. me dolía más de lo que nadie nunca pudiese imaginar. La miré, ella solamente estaba allí, mirándome y escuchandome atentamente.
Cogí aire y empezé ha hablar de nuevo.
- Mi padre le estaba dando más fuerte que otras veces, esta vez era distinto, le pegaba con todo lo que encontraba, al parecer sus puñetazos y sus patadas no eran suficientes, yo tenía miedo, estaba escondido detrás de la puerta mirando, no sabía que hacer para ayudar, mi padre era más grande, más fuerte .. y estaba totalmente colocado, tenía una ira ciega, yo tenía miedo, así que corriendo fui a coger el teléfono, llamé a la policía, pidiéndole que vinieran rápido.. entonces pasaban los minutos y no llegaban, los gritos de mi madre se habían convertido en gemidos de dolor, casi ni se le oía, corrí a la cocina y saqué un cuchillo, sin dudarlo corrí hasta mi padre y se lo clavé en la espalda.
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¡Al diablo! *EDITANDO*
RomanceAlexandra Mendoza. 17 años. La acaban de mandar a un centro de menores ¿razones? porque no controla sus impulsos y actúa como le viene en gana. La pregunta es: ¿que encontrará alli? Todo parece ir mal hasta que lo conoce a él. Entonces va peor. Hum...