ꜱɪᴍᴘ (ᴘᴀʀᴋ ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ)

Capítulo 0

Tener una infancia fácil era algo común para todos en esa escuela, más aún para Park Sunghoon, claro que también todos sabían que Young Mi tenía todo menos una infancia buena.

En uno de los mejores colegios de todo el país, se encontraban los niños y niñas más malcriados que nunca podrías conocer.

—Mi padre me regalará este año una pequeña casa en el bosque, ¿no crees qué es increíble?

YoungMi probablemente hubiese escuchado esa frase o alguna parecida 15 veces en esa semana.

Todos allí eran iguales, igual de idiotas. Sentía como restregaban su dinero frente a ella, al fin y al cabo, sólo era la hija de la profesora de Tecnología.

En aquel colegio no habían distinciones sociales, porque todos poseían grandes riquezas. YoungMi era la distinción social, nadie en su sano juicio se juntaria con ella, su reputación sería manchada para siempre.

En cambio, molestarla parecía ser algo bastante divertido para todos, siempre sufrió burlas de muchos, y agradecía a los que simplemente se quedaban callados.

Y como otro día, la joven se dirigió al comedor. Pensaba comer con su madre pero tenía una reunión de profesores así que estaría sola, haciendo que fuese un gran punto de burlas.

—¡YoungMi! ¿Sabes las respuestas del examen de tecnología? Te pago por ellas, y te compras una mochila decente –se burló Jake, ella simplemente bajó la mirada y siguió para delante, sintiendo una mano en su hombro.

—Perdona a mi mejor amigo, es idiota –una suave voz de escuchó detrás de Young, y sintió cómo su estómago se revolvía al escucharla.

Se giró para ver al famoso Park Sunghoon, todos allí lo conocían, al fin y al cabo era uno de los mejores patinadores del país, además de amable y guapo. En el caso de YoungMi nunca había recibido de su parte ni una sola mirada.

—E-Estoy acostumbrada, no te preocupes –sonrió cómo si no importase.

—Si hay que preocuparse, te tratan cómo basura –fue increíble que dijese aquello, más aún delante de todas las personas que los observaban.

—Solo... Déjalo estar –se sentó en su sitio intentando escapar de la escena, observando cómo el joven le daba una cálida sonrisa.

Y justo ahí, comenzó todo.