♣Capitulo 13 ♣

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Terminaron de cenar, y se encontraban levantando la mesa, cuando Azusa recibió un mensaje.

"Estoy algo atrasado, estaré por la residencia a media noche"

Acomodando sus lentes, tecleó en su celular la respuesta y la envió.

Azusa miró la hora. Casi eran las 23:00hs así que le tomaría poco más de una hora poder resolver sus dudas con Natsume.

Estabas usando tu celular, sentada en el sillón, viendo si había alguna novedad de la empresa constructora. Cosa que no pasó.
Ukyo se acercó a ofrecerte un vaso de agua y aceptaste gustosa.

-¿No necesitas ayuda con eso?- preguntó viendo cómo podías haber enviado tantos emails a la empresa en tan poco tiempo.

Suspiraste. No querías tener que llegar al punto de demandar, pero para esas alturas aquel sería el único medio por el cual escucharían.

-Si, creo que algo de ayuda no vendrá mal - buscaste en la galería de tu celular y le mostraste las fotos de los destrozos que habían provocado en el costado de la casa de tu padre.

- Vaya, parece una ruina-la voz de Tsubaki se escuchó detrás de ustedes. Te volteaste a verlo y Ukyo asintió a lo que su hermano había dicho.

Ukyo se puso de pie:- Iré por mi computadora, tal vez si envío un email yo, respondan. Eso, sí no quieren ir a juicio- lo dijo mientras sonreía, pero fue espeluznante.

Tsubaki le arrebató el celular a su hermano que salió disparado de allí y comenzó a pasar las fotos.

Entraste en pánico. No querías que viera las otras fotos de la galería. No por tener ese tipo de fotos sinó porque había una carpeta en particular que precisamente él no debía ver.

-De-devuelve mi celular- titubeaste sin querer. Pues no querías que te notara nerviosa. Pero aquello hizo que todo fuera más sospechoso para Tsubaki.

- No te lo devolveré~-lo hizo en tono burlesco, pero revisó la galería y además de fotos antiguas con Ema, encontró una carpeta en particular que llamó su atención.

Te apresuraste a intentar quitarle de las manos tu celular, pero obviamente el era más rápido y comenzó a andar viendo más y más fotos, mientras tú ibas tras él.

Para ese momento ya no había nadie más que ustedes dos en la cocina por lo que Tsubaki aprovechó para que nadie pudiera ayudarte y poder terminar de invadir tu privacidad.

Terminaron corriendo al rededor de la mesa.

- ¡No tienes el derecho de revisar mi celular!-alzaste la voz mientras le dabas una vuelta a la mesa persiguiendole.

-Tranquila, no te estoy robando.

- Eso es exactamente lo que hiciste. Ahora, ¡devuélvelo!- ya estabas enojada y ese idiota no se quedaba quieto. No tenías aire. Pero podías intentar alcanzar tu celular cuando ese idiota se confiara y poder saltar la mesa. ¿Poco femenino?, si. ¿Importaba eso en aquel momento?, no realmente. Así que en ese punto era un buen plan.

-Pero que...-Tsubaki frunció el entrecejo mientras veía algunas fotos y el muchacho no alcanzó a alzar la mirada y reclamarte, porque para ese momento saltaste sobre la mesa y sobre él para arrebatarle tu celular.

-Te- tengo-festejaste en el suelo cuando ambos cayeron por el impacto.

Cuando se recompuso por la sorpresa del golpe te quitó de encima y ahora era él quien estaba sobre ti. Te sostenía de la muñeca de la mano que sostenía el celular y estuvo a punto de decir algo, pero simplemente te miró con una expresión de completo odio.

¡No Caigas Por Esos Hermanos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora