No recordabas en qué momento llegaron a la casa. Tampoco cuando todo el mundo desapareció en sus habitaciones, mucho menos que hacías sentada en la cocina bebiendo una copa con Kaname.
Soltaste tu décimo suspiro y Kaname volvió su vista a ti.
— Fue lindo oírte suspirar las primeras tres veces, ya deja éso — te sirvió algo más de sake y bebiste.
— Solo quiero ahogarme en mi miseria, si quieres seguir acompañándome, no me hables— le tendiste tu pequeño vaso para que volviera a servir y así lo hizo.
— Creí que sería una gran noche para ti.
—¿Una gran noche? Fue realmente un asco... Bueno, solo impactante— te retractaste a último momento pero aún así no dejabas de estar impactada.
— Si, fue impactante ver a Azusa ebrio. Y que le vomitara la sábana a Tsubaki— recordó el momento en el que llegaron y echó una risa.
— Si eso te pareció impactante, te perdiste de mucho...— susurraste volviendo a tomar todo el contenido del vaso de un trago.
Kaname sonrió viendo que aún seguías bastante lúcida aún después de tomar toda la botella de sake. Su celular sonó y leyó los mensajes.
— Bien, tengo que irme— lo miraste e hiciste un ademán de saludo— y por desgraciada para ti, te acabaste la botella así que ve a dormir.
— ¿Qué? De verdad no hay más...— intentaste hacer aparece más bebida dentro de tu vaso.
— Aunque...— dijo el hombre pensativo y lo miraste con ojos soñadores esperando a que tuviera otra botella escondida — quedé con unos amigos para salir a festejar, por si quieres acompañarnos. Así podrás distraerte de lo que sea que haya ocurrido esta noche.
Lo pensaste un momento y luego miraste tu ropa.
— Solo deja que me cambie y vaya por mi bolso — te levantaste y Kaname volvió a mirarte alzando las cejas.
— Es halloween, ¿no puedes solo ir así?— lo miraste amenazante y él solo alzó los brazos en señal de rendición.
Te cambiaste rápidamente de ropa y tomaste tu celular y tú bolso. Claro que aquello era precipitado, querías beber, sino en ninguna otra circunstancia hubieras aceptado siquiera aquella invitación.
—Muy sensato llamar un taxi — dijiste al ver que fuera de la residencia había uno esperando por ustedes.
— Iba a ir caminando, para poder fumar pero, así tomaremos menos frío— te tendió la mano. No aceptaste y caminante hasta el taxi y subiste primero. Kaname se quedó en su sitio y no pudo evitar reír ante ese comportamiento tan frío tuyo.
Llegaron un par de minutos después al lugar que Kaname y sus amigos solían frecuentar.
— Es bastante...pintoresco— hiciste una mueca y Kaname rió.
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¡No Caigas Por Esos Hermanos!
ФанфикEma tiene una amiga de la infancia, a la que considera su hermana. Pero está está trabajando fuera de la ciudad y hace ya un año no se ven. Pero, ¿que pasará cuando se entere que Ema se irá a vivir con sus números hermanastros? Su llegada a la resi...