Pasaron varios días.
Masaomi ya estaba totalmente recuperado y volvió al trabajo.
Natsume pasaba la mayor parte de su tiempo en el trabajo y solo volvía a la residencia a dormir.
Notaste a Subaru y a Ema muy unidos últimamente. Aún después de su pequeña charla Ema no te había dicho nada sobre el muchacho y tampoco querías importunar.En general, pasabas la mayor parte del tiempo ocupada con el trabajo, pero cuando tenías tiempo de pensar, solo pensabas en tu madre y el sentimiento agridulce se apoderaba de ti, junto con ganas de llorar.
— Si madre...— suspiraste viendo una foto de ella en tu teléfono— tu hija es una cobarde...
Estuviste haciendo tiempo para que se haga la hora en la que Fuuto regresa, para poder ensayar pero te llegó un mensaje diciendo que se iba a atrasar un poco. Por lo que aún viendo las fotos de tu madre saliste al jardín a ver qué tal estaba la planta que le habías dado a Ema.
Te acuclillaste y sonreíste mirando la pantalla y luego a la planta.— Están creciendo muy bien ¿no crees?— te espantaste al oírla voz de Iori tras de ti y del susto dejaste caer el teléfono— Lo siento, no era mi intención asustarte.
— N-no te preocupes— dijiste avergonzada ante tu reacción.
Quisiste volver a agarrar tu celular, pero el muchacho se te adelantó y vio la foto en la pantalla.
— ¿Es tu madre?— asentiste tomando de su mano tu celular— Era muy hermosa.
— Gracias— le sonreíste y recordaste que a esa presumida mujer le gustaba oír a la gente llamándola de esa manera. Volteaste tu mirada nuevamente a las planta y meditaste un momento— ¿Debería ir a verla?— susurraste más para ti misma.
— Deberías hacer lo que creas mejor.
Suspiraste y asentiste mordiendo tu labio inferior.
El fin de semana decidiste ir a visitar la tumba de tu madre. Y le hablaste a Ema al respecto.
— ¿De verdad no quieres que te acompañe?— Ema se oía realmente preocupada por lo que la abrazarte.
—Voy a estar bien. Estaré de vuelta cuando menos te esperes—le sonreiste y tomaste tu cartera y las llaves del auto.
Conducir fue pesado, silencioso, abrumador. Pero no dejaste que ese ambiente te consumiera. Pasaste por la floristería y te tomaste tu tiempo para escoger cada flor del ramo.
— Es bonito, fragante y brillante. Muy buena elección— te volteaste en seguida para ver al muchacho portador de aquella voz.
—Gracias— prestando más atención al muchacho, más exactamente a sus manos notaste el ramo que llevaba con él— Son unas hermosas flores también— le sonreiste y él bajó la vista al ramo y esbozó una tenue sonrisa.
Pagaron cada uno sus flores y salieron juntos de la tienda.
— ¿Estás bien solo? ¿Necesitas que te lleve?— preguntaste al verlo tan perdido en sus pensamientos.
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¡No Caigas Por Esos Hermanos!
ФанфикEma tiene una amiga de la infancia, a la que considera su hermana. Pero está está trabajando fuera de la ciudad y hace ya un año no se ven. Pero, ¿que pasará cuando se entere que Ema se irá a vivir con sus números hermanastros? Su llegada a la resi...