♣ Capítulo 31♣

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Te quédate maravillada. Aquel cabello naranja ondulado amarrado en una cola baja, aquella expresión de complacencia y calma, sin duda no podía ser otro que el famoso novelista.

— Asakawa Hikaru...— susurraste el seudónimo del novelista, creyendo estar soñando.

Hikaru se separó de su hermano y volvió a ir hasta ti aún sonriéndote.

— Creí que era el único que seguía tu trabajo— dijo y tus ojos se abrieron de para en par.

— No puede ser... Sabes quién soy— se sentía casi irreal cuando el hombre asintió con diversión al ver tu reacción.

— No solo se quién eres, se absolutamente todo lo que hay que saber sobre ti—te sonrió orgulloso ante tal declaración y Tsubaki se posó justo a su lado viéndolo de mala manera.

— Anduviste de chismoso con Ukyo, ¿verdad?— Hikaru rió mecánicamente. Ambos hombres tenían una muy buena relación y ciertamente había oído todo sobre ti de boca de Ukyo.

— No es ser chismoso, es estar al tanto de las novedades — se defendió y te encogiste de hombros dándole la razón.

— ¿Y bien? ¿Cuánto tiempo te quedarás? — preguntó Tsubaki con interés.

— Espero que hasta el invierno, mis editores están más que satisfechos con lo que les di, así que espero descansar por un tiempo— lo miraste con los ojos iluminados y al parecer se percató de aquello— No puedo adelantar mucho. Pero es mi mejor obra hasta la fecha.

— ¿Vamos a dentro?— Tsubaki apuntó a la puerta pues aún permanecían en el estacionamiento y te apresuraste a llegar hasta Hikaru y entrelazar sus brazos para comenzar a caminar juntos— Si, ignórenme. Total, estoy pintado...— se quejó Tsubaki yendo tras su hermano

— En lo personal todas tus obras son especiales— comenzaste con tu discurso de fanática —. Simplemente leer algo que escribas va a ser una experiencia única cada vez. Por eso lo estaré esperando con ansias.

Sonreías de tal manera que te veías sumamente encantadora. Hikaru quedó embelesada por esa sonrisa y no se perdió detalle en todas y cada una de tus expresiones a partir de ese momento.

Pasaron conversando el recibidor y llegaron a la cocina dónde Azusa los esperaba.

— ¡Estamos de vuelta!— dijiste desbordante de felicidad aún agarrando del brazo a Hikaru.

— ¡Bienvenida!— Ema apareció desde el pasillo, dispuesta a saludarte pero se sorprendió al ver a Hikaru allí— Bienvenido a casa, Hikaru-san.

La noticia voló como pólvora encendida por toda la residencia y a los minutos, todos los hermanos presentes estaban en la cocina para saludar a su recién llegado hermano

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La noticia voló como pólvora encendida por toda la residencia y a los minutos, todos los hermanos presentes estaban en la cocina para saludar a su recién llegado hermano.

Entre tanto jolgorio, carcajadas y saludos de bienvenida, Ema te tomó del brazo y te apartó un poco de todos para poder hablarte.

— Tengo algo que contarte— dijo algo avergonzada y por lo bajo para que ninguno de los muchachos oyera.

¡No Caigas Por Esos Hermanos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora