Los exámenes habían terminado.
Y al parecer, Ema y Subaru seguían pasando el tiempo juntos, cosa que llegó a molestarte pues ya casi no tenía tiempo para ti.— ¿Deberíamos salir el fin de semana?
Soltaste la pregunta al aire mientras Ema doblaba la ropa.
Casi era hora de cenar y estabas con hambre y sueño por haber estado en las grabaciones todo el día.— ¿E-este fin de semana?— la escuchaste algo nerviosa y la volteaste a mirar con la ceja alzada— Es- es solo que ya tengo planes ...
— ¿Planes?— preguntaste frunciendo el entrecejo— ¿Entonces no quieres pasar tiempo conmigo, es eso?— actuaste herida y Ema entró momentáneamente en pánico.
— N-no es que no quiera pasar tiempo contigo, es solo que...— hizo una pausa buscando las palabras adecuadas— no quisiera perder mi oportunidad de hacer algo más que estudiar juntos.
Tus ojos se abrieron de para en par al ver las reacciones de la muchacha mientras decía aquello. Claramente sabías que estaba rechazando tu invitación por estar con Subaru. La sangre te hirvió mientras corría por tus venas y quisiste estar feliz por ella, pero tú genio era más fuerte.
— ¿A dónde piensan ir?— hablaste con calma y aparentando amabilidad.
— Aún no lo sé, pero cualquier lugar es bueno, ¿no crees?— la sonrisa embobada y la ensoñación en su mirada te daba cierta ternura, pero se disipaba al pensar en que Ema tendría una cita con Subaru.
Terminaron su conversación allí y fuiste camino a la cocina, en el largo trayecto encontraste a Azusa y Tsubaki practicando algunas líneas para su trabajo y escuchaste atentamente, más no lo que decían, sino la profundidad de la voz del hermano de lentes.
Una voz suave, dulce y a la vez varonil y firme. Una extraña mezcla que hizo que recordaras aquel sueño. Sonreiste por instinto y continuaste tu camino, pasando por dónde ellos estaban ensayando.
— ¿Crees que así estuvo bien?— Tsubaki no se oía convencido sobre lo practicando. Azusa estuvo a punto de responder, pero te vio pasar y se distrajo — Ey~ Azusa~— se quejó el peliblanco.
— ¿Qué ocurre?— soltó un suspiro volviendo a mirar a su hermano mientras este último hacía un puchero.
El rostro de Tsubaki pronto se volvió más serio y apretando los puños contra sus rodillas se atrevió a preguntar:—¿Ocurrió algo entre ustedes? Digo, aunque nos regañó el otro día tu sigues viéndola mucho— la sorpresa momentánea en la mirada de Azusa fue respuesta suficiente para confirmar lo que él pensaba. Soltó un suspiro de frustración y agregó— No me digas que ahora te gusta ella— su tono al decirlo, fue totalmente en broma. Pero esperó la reacción de su hermano y al ver que no hubo mucho cambio se sintió... ¿aliviado?
—¿Tsubaki?— la sorpresa de Azusa fue inmediata al ver a su hermano algo avergonzado mientras se levantaba apresuradamente y se disculpaba para salir disparado a su habitación.
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¡No Caigas Por Esos Hermanos!
Fiksi PenggemarEma tiene una amiga de la infancia, a la que considera su hermana. Pero está está trabajando fuera de la ciudad y hace ya un año no se ven. Pero, ¿que pasará cuando se entere que Ema se irá a vivir con sus números hermanastros? Su llegada a la resi...