Capítulo 6

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Psicóloga Anderson

Celeste.

Papá sabe que con mi psicóloga me sentía en confianza al hablar, así que decidió conseguirme una aquí, en Carolina, esperamos en sala de espera, cuando dicen mi apellido entramos en un oficina, hay una mujer de cabello castaño, parecido a el de la hermana de Tanner, con muchas pecas y ojos verdes, está vestida con unos jeans de cuadros negros y blancos, una camisa manga larga negra y unos tacones rojos.

—Bienvenidos — Sonríe levantándose de la silla que esta frente al escritorio — Soy la psicóloga Dalia Anderson.

Me quedo helada cuando escuho Anderson ¿Es la madre de Tanner o solo es coincidencia? Le estrecha la mano a mi padre y me saluda de un beso en la mejilla.

—Tomen asiento — Nos pide sonriente — Están es su oficina.

Nos sentamos los tres y ella empieza a preguntarle varias cosas a mi padre y luego pasa a las preguntas conmigo mientras apunta todo en un folleto con mi nombre de portada.

¿Cómo me he sentido estos últimos días? ¿Qué me hace sentirme así? ¿Tienes a alguien en quién confiar? Son algunas de las preguntas que me hace ella.

—Linda — Sonríe concentrándose en mi — Estoy aquí para ti, siempre, quiero que tengas confianza y te desahogues las veces que tú quieras, seré tu amiga, hermana y confidente, no estás sola — Sostiene mi mano que descansa en la mesa.

—Gracias — Siento las lágrimas venir, daría mi vida porque fuera mi mamá la que me lo dice.

—Tranquila, trataré de escuhcarte siempre, las veces que quieras, las puertas de esta oficina y edificio están abiertas para ti — Se levanta rodeando la mesa — ¿Puedo abrazarte?

No digo nada y la abrazo con tantas fuerzas que no la quiero soltar mientras rompo en llantos, ella me acaricia el cabello y me repite una y otra vez que todo estará bien, nos separamos y ella agarra mi rostro entre sus manos.

—No estás sola Celeste — Me acaricia la mejilla — Eres todo lo bueno de este mundo y te admiro por lo fuerte que eres, pase lo mismo y créeme que te entiendo demasiado.

Me vuelve a abrazar y siento tan bien su calor que quiero estar siempre así.

Cuando salimos de la cita, mi papá decide llevarme al centro comercial, dice que me hará bien comprar ropa, cosa que me hace reír, siempre que estás con él nunca pasas malo ratos por eso quiero estar con él toda la vida.

Llegamos al centro comercial el cuál no está tan lleno como tendría que estar, entramos a varias tiendas, no compro mucho porque tengo demasiada en mi closet, pero compro lo que va con mi estilo, cuando se trata de mi papá no pone ni un pero para pasar su tarjeta por donde sea.

Cuando llegamos a casa me ayuda a subir todas las bolsas a mi habitación, antes de salir deja un beso en mi coronilla, me pongo mis audífonos y mientras escuho musica arreglo toda la ropa nueva que traje, cuando termino me tiro en mi cama aún con mis audífonos puestos y quedo mirando el techo por mucho tiempo hasta que el sonido de una notificación me interrumpe.

Abro la notificación y es un mensaje de Tanner recordándome que mañana seguiremos con el trabajo. La profesora nos dio tres semanas y llevamos tres días y ya casi acabamos, desde primaria todas las materias para mi se me han hecho fácil.

Papá pide adomicilio por la noche, cuando llega nos sentamos a comer viendo una película de comedia clásica,  nos gusta las películas clásicas así que no es tan difícil elegir algo para ver, cuando terminamos de comer me invita a que me acueste en su pecho, lo hago y me siento como la niña de 7 años cuando solo quería dormir con papá, cosas que marcaron mi infancia. Sin saber en que momento me quedo dormida y papá me sube a mi habitación poniendome la sábana antes de cerrar la puerta e irse a dormir él también.

Color miel『En edición』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora