CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO 🌼

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—My name is ¡No! My time is ¡No! My number is ¡No! You need to let it go, you need to let it go, need to let it...

—Amery, si no te importa, no me gustaría que mis tímpanos se rompiesen a causa de una hemorragia porque una ardilla está cantando.

—¿Debería ofenderme? Alvin y las Ardillas y las Arditas cantan genial. Y son ardillas por si no te ha quedado claro el nombre.

—Lastima que no poseas ese don.

Abrí la boca indignada y miré a Ashton quien intentaba aguantar la risa.

—Me hieres, tío Scotty. Me hieres.

Dramatizo y ahora sí el otro suelta una carcajada.

—¿Nunca dejarás el drama, no?

—¿Algún día dejará de comer?

—¿Por qué iba a hacerlo? Lo necesitamos para subsistir.

—Pues yo subsisto con el drama. El drama es mi alimento para levantarme cada mañana y ser la alegría que este aburrido mundo necesita. Sin mí, la gen...

Me tapan la boca.

—¿Te he dicho que hablas mucho y a la vez poco, Angel?—afirmo en un sonido antes de morderlo—¡Ay, bruta!

—Te lo has buscado. Has interrumpido mi discurso y mi drama. ¡Ahora no sé por dónde iba!

—¿Me recuerdan que hacen en mi despacho un sábado?

—Venir a molestarte—hablamos a la vez. El Rector Scott asiente lentamente.

—Debí suponerlo.

Y vuelve a mirar la pantalla.

—¿Quieres que siga cantando? Seguro que se te pasa el tiempo volando.

—No.

—Qué amargado. No ha pensado en que tal vez una novia lo alegraría un poco. Para desestresarse y animarse digo.

Otra carcajada brota de Ashton.

—Amery—me habla el rector.

—¿Sí?

—Cállate.

—¿He dicho algo malo? ¿Sabes? Incluso si no quieres tener una novia, muchas de las...

Y vuelvo a ser callada, pero de otra forma. Con la boca de Ashton sobre la mía cuando gira mi rostro hacia él tomándome del mentón. Y vaya que es efectivo. Me deja en otro mundo, cosa que me sorprende.

—Podrías simplemente haberle puesto una cinta en la boca para que deje de hablar en vez de besarla.

—Eso le quita la diversión. ¿Estás viendo su cara?

—Sí. Te lo agradezco. Aunque no vuelvas a hacerlo, Ashton.

—¿Por qué?

—Porque no.

Lo miré desafiante antes de acercarme ahora yo a Ashton y plantar mi boca sobre la suya.

El tío Scott me separa.

—¿Decías?

—Me encanta que estén juntos, que más me alegra a mí que sea mi sobrino el que te guste, así si te hace algo puedo golpearlo libremente, pero no me agrada verlo besándote. O tú a él. Así que distancia.

—Estás actuando igual que papá, tío Scotty.

Pero me ignora y mira a Ashton, quien lo mira sonriendo tanto con diversión como con tristeza. Como si hubiese descubierto algo.

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