Condición. ✔️

CAPÍTULO NUEVE 🌼

—¿Y? ¿Qué les pareció?—pregunta el tal Diego.

—Bueno...no está mal.

—¿Qué no está mal? ¡Si es genial!—comenta Rhett.

—Hay mejores—concuerda Moon con Suzy, y todos los chicos se indignan.

—Muy feo me parece—Peter se cruza de brazos.

—Nosotros nos tenemos que ir ya—informa mi hermano mayor.

—Fue un placer conocerlos a todos—Moon siempre tan agradable.

—Pórtense bien, chicos. No fumen, no beban—bromea Rich—Un gusto conocerlos también. Hugo, nos vemos en casa. Adiós gemelos H—choca puños—gemelas A—nos lanza un beso.

—Chao, chicos—decimos los cuatro al unísono y nos miramos sonriendo—Conexión cuatrigemellilar—canturreamos provocando la mirada extraña de todos sobre nosotros—¿Qué? No sean raros—volvemos a decir al unísono.

—Okey, eso ya da miedo.

—¿Por qué?—volvemos a decir—Es de lo más normal del mundo, ¿ustedes no hablan al unísono con alguien?

—Haz que paren. Nos van a matar a todos—le exclama Chad a Trevor, abrazándolo, quien se ríe con nosotros y Dan, Rich y Moon se marchan marchan entre risas también.

—¿Qué tal si mañana salimos? Es sábado. Podemos ir... no sé, ¿a los bolos?—sugiere Hakan.

—Sí. Vamos a los bolos. Así les pateo el trasero a todos—concuerda Chad y todos asienten de acuerdo al plan.

—¿Amery?—todos me miran—¿No vienes?

—Ya veré.

—¿Qué? ¿Te da miedo que te patee el trasero en los bolos, guapa?—me reta Chad, lo que provoca que entrecierre los ojos en su dirección con molestia.

—Déjala, es una cagona, ¿no es así, Frosty?

—Cállate, Perry. Iré—le aseguro a Chad haciéndolo sonreír.

—Bien, nos vemos mañana entonces—se levantan del suelo y sofá y empiezan a repartir besos en las mejillas para despedirse.

—Adiós, Lia—le despide Perry de mi hermana para luego besar su mejilla. Ruedo los ojos, un gesto que él lo nota—¿Celosa, Frosty insoportable?—lo miro con diversión.

—¿De ti? Nunca—se muerde el labio y se acerca a mí para también besar mi mejilla, pero aparto la rostro antes de pueda hacerlo. Él se ríe, enderezándose y lo contemplo fijamente así como él a mí.

—Adiós, gemelas A—Chad besa mi mejilla y luego la de mi hermana. Ashton me mira con las cejas alzadas en diversión a lo que le sonrío con falsedad.

Una vez se marchan todos, ayudo en lo que puedo a mis hermanos a limpiar el desastre y luego de llevar el tazón de patatas (lo único que llevo) me tiro en el sofá, tomo el mando y busco una serie que mirar. Papá no tarda en aparecer por el salón una vez que se ha enterado que el salón puede ser suyo,entrecerrando los ojos en mi dirección al ver que me le he adelantado. Sonrío con triunfo y él rueda los ojos con una sonrisa antes de acercarse.

—¿Qué? ¿Cómoda?

—Sí—sonrío.

—Me alegro—él se sienta en el sofá y pone mi cabeza en su regazo—¿Estás bien, cariño?

—Sí, papá. Estoy bien.

—¿Segura?—no contesto—¿Sabes que hacemos todo por tu bien, no?—asiento.