Capítulo VI

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Tras haber pasado una tarde tranquila con sus amigas, María regresó a casa, y se durmió con inusual rapidez.

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Despertó en casa de Ofelia. Los rayos del amanecer se filtraban por las finas cortinas blancas de la ventana, e iluminaban la habitación.

Se sentó sobre la cama, y observó a su alrededor con detenimiento. El día anterior, debido al trauma de haber estado a punto de morir desangrada por obra de un árbol, no había tenido el tiempo suficiente para fijarse en la estancia que le habían proporcionado.

Era sencilla, pero práctica, y bastante cómoda. Consistía en un pequeño catre, en el que se encontraba sentada, con una mesilla de noche a un lado del mismo, y un pequeño guardarropa. Todo el cuarto tenía un olor agradable a madera vieja.

La fría brisa de la mañana se coló a través de las ventanas, abiertas como estaban tras las cortinas, por lo que María salió de su cómodo lecho para cerrarlas, tiritando.

Se fijó en que tenía puesto un camisón que le venía algo grande. Dentro del ropero, cuidadosamente dobladas, estaban las prendas de cazadora con las que había aterrizado la vez anterior. Se cambió rápidamente y bajó las escaleras que conducían a la cocina de la posadera.

Esta la saludó amablemente, y señaló con la cabeza una mesa de madera para que tomase asiento. Luego le puso un plato de cerámica delante, y sobre él colocó un huevo frito, acompañado de un poco de pan y una jarra de agua.

María le dijo, intentando no sonar maleducada:

-Es que ya he comido...

-Lo que comas en la Tierra no te nutrirá en Arcanum, y al revés.

-No entiendo...

-Hay muchas cosas que no vas a entender, y la mayoría de ellas yo tampoco las sabré responder.

A la chica cada vez se le antojaba más extraña la conversación.

-Pero por lo menos sabes algo.- Señaló.

Ofelia asintió.

-¿Dónde estoy?

-Estás en la aldea de Eradsi, en Arcanum.

<<Eso no me soluciona ninguna duda.>>, pensó María, impaciente. Ofelia vio su mueca de incomprensión, y añadió.

-Arcanum es algo así como un mundo paralelo a la Tierra. Pero es muy diferente.

<<Vale...>>,meditó. <<Cada vez mis sueños se van tornando más extraños...>>.

Ofelia seguía hablando.

-...la población arcaniense está dividida en varias clases. Están los ciudadanos corrientes, como yo, los guardias, como los que te recogieron, los magos, que suelen estar al servicio de la corona, y los reyes, que actualmente son el rey Lovidius y la reina Melaneia.

>>Pero también existen un tipo de ciudadanos, como tú, que viven entre dos mundos: la Tierra y Arcanum. Los llamamos...

-...Viajeros de la Noche.- Concluyó María. Al ver la cara extrañada de Ofelia añadió: -Lo dijiste la otra noche, cuando vine aquí por primera vez. Dijiste que a la gente no les caían bien los Viajeros de la Noche.

-Y no les caen bien. No desde lo que pasó con la primera Viajera...

María se fiaba cada vez menos de la cordura de aquella mujer. Pero le pudo la curiosidad, así que preguntó:

Arcanum: La heredera perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora