Capítulo XXIII

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Último capítulooo 😄

(¡Todavía queda el epílogo, lo subiré el próximo Lunes 7! Mil gracias por leerme❤️)

Corrieron por los pasillos del enorme castillo, escondiéndose como podían de los guardias que pasaban y dejando a aquellos que les veían fuera de combate. Terminaron magullados y llenos de cortes, pero finalmente llegaron a las puertas de la sala del trono.

Escondiéndose tras un tapiz, Axel empezó a explicarle lo que hacer.

-No.- Respondió ella al oír su idea.- Me niego.

-Kyla, es la única manera. Eso está lleno de guardias, magos y, más importante, está Melaneia, quien sospechamos que sabe magia. ¿No te parece una situación desesperada?

-Sí, lo es, pero no podemos hacerlo. Hay que sacar de ahí a Amaranthi, pero también hemos de salir todos.

-Y lo haremos, confía en mí.-Le aseguró Axel, y pasó suavemente el pulgar sobre una herida en la ceja de Kyla, frunciendo el ceño. Toda ella estaba cubierta de varios cortes, y él también tenía unos cuantos.

Se quedaron quietos al oír a un grupo de guardias corriendo al otro lado de la cortina. Minutos después, escucharon a otro, corriendo en otra dirección.

-Olgar y Nía han hecho su trabajo. Nos toca.

Ella resopló, pero se calló cuando el chico la tomó de la mandíbula para mirarle fijamente a los ojos. Se inclinó y la besó.

A pesar de lo tensa que era la situación, ella sonrió.

-Dijiste que lo terminaríamos en cuanto saliéramos.

-Oh, créeme, eso no está terminado.- Le cogió la mano y su rostro se tornó serio.- Por favor, Kyla. Hagas lo que hagas, que no te atrapen. Y desde luego, no dejes que descubran que eres Menesre.

Ella le dio un apretón de manos. Luego ambos se dirigieron hacia la sala del trono.

***

Axel abrió de una patada, con Kyla escondida tras la pared de al lado de la puerta. Los rostros se giraron instantáneamente hacia él. Había muchísimos guardias. <<Demasiados>>, se dijo.

Examinó rápidamente la sala. Un espacio ovalado, con columnas de mármol formando un pasillo que lo rodeaba. En el centro, un grupo de guardias rodeaban a una pálida Amaranthi, con el rostro demacrado, un ligero temblor en el cuerpo y...

Axel se quedó estupefacto. La chica tenía el cuerpo lleno de sangre producida por cortes mucho más profundos que los de Kyla y suyos. Estaba tirada en el suelo cual muñeca de trapo, y parecía como si estuviera gritando, pero no tuviese voz. De pie ante ella, un Mago Real murmuraba conjuros que la hacían convulsionar y retorcerse. En cuanto el hombre se dio cuenta de que había entrado, apartó los ojos de la muchacha y le propinó una patada en el estómago. Había perdido tanto peso que aquello la desplazó unos metros hasta que su espalda chocó con una columna.

Se obligó a reaccionar. Viendo que todos los guardias portaban espadas, sacó la suya propia y comenzó a correr hacia su izquierda, confiando en que le persiguieran. Vio de refilón a Melaneia, sentada en un trono plateado, y se maldijo a sí mismo al ver el asiento que tenía la reina a su lado. El Trono del Rey.

Se le acercó el primer guardia, al que atacó con una finta rápida y agresiva, puesto que no tenía casi tiempo antes de enfrentarse al siguiente. Todavía no entendía por qué el Mago Real no hacía nada, pero agradeció aquello. No podía estar esquivando conjuros a la vez que luchando en esos momentos. Por el rabillo del ojo vio que Kyla salía de su escondite y se refugiaba tras una columna.

Arcanum: La heredera perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora