Capítulo 18:

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Había terminado de desayunar junto a mis padres.

-Hija mía – llamó papá.

-Dime padre – respondí con desánimo, este día no era de los mejores para mí. Luego de la pelea con mi madre y de haber pasado todo el día de ayer me encontraba triste, molesta y frustrada.

Detesté cada minuto junto a ellos, la forma en como realizaban sus deberes reales me desarmaba.

-Recuerda que debes mandar el aviso con los recaudadores – me recordó.

Uno de los deberes injustos reales que ellos hacían era mandar a pedir los impuestos recaudados del pueblo, le habían subido una moneda de bronce o de plata más para el pueblo y dos de oro para los nobles. Una injusticia que dolía en mis entrañas.

-Como quieras – susurré con el corazón en la mano. Tenía que buscar la forma de incrementar los insumos para el pueblo en el centro de ayuda – Ahora si me disculpan, debo realizar mi obligación.

-Hazlo – me permitió mi padre.

Salí de inmediato hacia mi habitación.

(...)

Luego de mandar el aviso a los recaudadores con pesar me dediqué a realizar el inventario para el incremento de insumos de los pobladores de Costa Mein.

-Hecho, necesito que lo mandes con el encargado de los insumos del centro – le pedí a Lili quien asintió.

-No te preocupes, yo lo llevo a nuestra comitiva – me guiñó un ojo con complicidad.

-Perfecto – sonreí satisfecha y caminé hacia mi tocador para revisar mi aspecto antes de ir ante mis padres en el salón del trono.

- ¡Oh, Nathaniel! – escuché exclamar a mi dama de compañía – Claro, yo le digo, gracias.

Me giré cuando Lili volvió a entrar con una sonrisa de emoción – ¿Qué sucede? – fruncí mi ceño.

-Te han venido a visitar – mostró todos sus dientes asustándome por su exagerada reacción, le hice un gesto que indicaba "¿De quién hablas?" – Por favor, sabes de quién hablo, no hay nadie más que él que venga a verte y eso me cause emoción – rio – Como que si fuera a mí a quien viniera a ver.

-No, no lo sé, así que habla ya – respondí fingiendo estar exasperada, pero sí odio que no me diga las cosas directamente.

-Por todos los cielos Shinees – rodó los ojos – ¡Es Drew! Tu adorado duque – dio un saltito extendiendo sus brazos para dar más énfasis en su presentación – O mejor dicho, tu futuro Rey.

-Error, no es duque todavía y tampoco es mío – bufé nerviosa y algo sonrojada.

- ¡No puede ser! – exclamó asustándome ante su efusividad – Te has sonrojado – me señaló acusatoriamente con su dedo índice y con la diversión implantada en su rostro.

-No, no es cierto – me giré inmediatamente avergonzada.

-Sí, si lo hiciste – escuché su risita.

-No he dicho.

-Sí he dicho.

- ¡Agh! Ya déjalo – masajeé mi cabello con frustración, odiaba que supiera sobre mis sentimientos hacia Drew, pero Lili me conocía como la palma de su mano.

Desde unos días atrás estaba comenzando a darme cuenta de que estaba comenzando a sentir algo más que solo una amistad y cariño por Drew, si bien era cierto que habíamos pasado poco tiempo juntos, pero él me había demostrado que era más de lo que aparentaba.

El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora