El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETA

Capítulo 45:

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¡DRAMA, DRAMA, DRAMA! Sigamos con la intensidad que se vive en este reino, o más bien dicho, en este palacio. 

PD: En estos capítulos iré compartiendo datos curiosos de Costa Mein y ediciones para que descubras nuevas cositas de la misma. 

¡Un abrazo!

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Shinees POV:

—¿Ahora es un pecado como Rey querer disfrutar de una buena bebida extranjera de buena calidad después de intensas horas de trabajo? ¡¿EH?! —gritó en mi cara, la cual volteé a un lado— Tu madre es la Reina de Costa Mein y también se merece lo mejor, te hemos dado de lo mejor también, querida mía —me arrastró del brazo hacia el sofá que tenía en su oficina para luego lanzarme a él con fuerza, me quejé al impactar en él, no levanté mi rostro, sí era cierto, la culpa me golpeó más fuerte en ese momento— Para empezar, esa ropa andrajosa que cargas puesta no vale ni la cuarta parte de lo que tus vestidos sí, tus joyas son invaluables, incluso tu calzado es hecho del mejor material de toda Costa Mein, desayunas, meriendas, almuerzas y cenas exquisitos manjares que los inmundos de allá afuera ni siquiera imaginan, gozas de unos aposentos hermosos, espaciosos, lujosos y cómodos que ni un noble podría pensar en tener, hasta somos superiores a los nobles, eres servida y cuidada día y noche por siervos que pertenecen a toda esa condenada gente, y ¿así tienes el descaro de juzgarnos por querer disfrutar de pequeños gustos como parte de la corona?

Mi respiración rápida era lo único que se escuchaba luego de que mi padre terminara de hablar, levanté mi cabeza y miré hacia él, se encontraba ahora cómodamente sentado en su silla de cuero, con una expresión tan burlesca y descarada. Mis lágrimas no paraban y mi respiración no menguaba.

—¿Qué tipo de descarados miserables son? —murmuré dolida.

Mi enojo era mayor que antes, claro, como su única hija y heredera al trono ellos me dieron todo, lo agradecía inmensamente, pero yo no sabía que todo lujo y comodidad en palacio era a cuesta del pueblo entero, y como le dije, con el cuidado y las cuentas exactas había tesoro suficiente para palacio, el ejército, la nobleza y el pueblo.

La prosperidad de Costa Mein no era un cuento, esos tiempos dorados habían existido, y el tesoro de hoy lo demostraba, era una clara evidencia de que la historia decía la verdad, ¿el problema? Habían destruido las fuentes de prosperidad y se adueñaron de los resultados de esa prosperidad que ahora solo era un recuerdo.

Los tres estábamos en silencio hasta que un momento después sentí como un golpe giró mi cabeza hacia el sillón, de nuevo. Toqué mi mejilla, mi madre, me había golpeado, nuevamente había levantado su mano contra mí en una cachetada. Sorprendida y más dolida que antes, me giré con lentitud para verla a la cara.

Se acercó y me tomó por un lado del cuello jalando un poco de mi cabello— ¡Ah! —sentía su mano agarrar fuertemente mi piel y cabello, incluso sus uñas lastimaban mi cuero cabelludo.

—No te dejaré pasarte de irrespetuosa con nosotros, mi querida niña —me miraba a los ojos con resentimiento y enojo puro, su voz aterciopelada no hacía más que provocarme escalofríos por mi espalda— ¿Te queda claro?

Tomé su muñeca con fuerza— No te pases de irrespetuosa conmigo entonces, madre —susurré de la misma forma que ella.

Ella iba a decir algo más, pero mi padre la detuvo— ¡Es suficiente, suéltala!

—Pero Marktool, ella...

—Ya dije Freya —la miró con autoridad, mi madre me soltó con rapidez caminando hasta su lado y yo solté un suspiro— He tomado mi decisión —se paró de su silla y caminó hasta a mí, extendió su mano para que me parara, la tomé y él me hizo caminar hasta llegar a escasos pasos de las puertas de su oficina, me paró— Mi princesa hermosa —extendió su otra mano y acarició mi mejilla, cerré mis ojos un momento con pesar, fuera lo que fuera, no sería nada bueno, los abrí en cuanto volvió a hablar— Yo sé que quieres ser una futura Reina que todo mundo recuerde por siempre, todos lo queremos, pero ahora no es tu turno, debes aprender a esperar, mi amor, y si debo hacer esto para detenerte antes de que comiences un caos en mi reinado, entonces, lo haré.