Shinees POV:
No me encontraba con ánimos para levantarme de mi cama, ya era de día, pero no me importaba seguir en camisón o con el cabello enmarañado o sin maquillaje, ni si quiera sabía qué hora era, había despertado más tarde de lo usual, pero realmente no me importaba y desde que abrí mis ojos no hice nada más que ver el techo de mi cuarto de habitación.
Después de todo no tenía nada más que hacer, no tenía responsabilidades que cumplir y nadie más que mis dos padres y Lili podrían venir a verme, por lo que no me importaba como me vieran vestida mis padres y Lili siempre me había visto desarreglada, ya que ella siempre me ha ayudaba a estar presentable para mi día.
Si algo extrañaba era pasar tiempo en mi jardín secreto, de tanto trabajo y responsabilidad con mi padre lo había dejado un poco de lado, y ahora con este castigo no tendría ni las más mínima o remota posibilidad de poder visitarlo.
No podía decir que quería salir porque en eso consistía mi castigo, en estar totalmente confinada, sin libertad, por lo que sería ridículo pedirle a mis padres tal cosa, y si decía que quería tomar aire, mi padre repetiría lo que me dijo ayer por la tarde cuando me encerró aquí, si no mal recuerdo fue algo como "Y si quieres distraerte, puedes salir a tu balcón y tomar aire o lo que quieras, pero hasta ahí", bueno, está bien, tal vez no fue así, pero eso me quiso dar a entender, por lo que sería inútil.
Mi jardín secreto tendría que esperar un mes completo por mi regreso.
Luego de tanto pensar en todo lo que ocurría y de intentar crear soluciones en mi cabeza me levanté de mi cama con lentitud, coloqué mis pies en el frío mármol del suelo de mi habitación.
Había ideado un plan simple durante la mañana mientras veía mi blanco techo para no abandonar mi choza de ayuda y no dejar que les afectara a los miembros del personal en su economía por la acción que tomarían mis padres de disminuirles el salario por mi culpa, todavía no tenía idea de cuando lo ejecutaría, pero lo haría, esperaba hacerlo sin problemas.
Vi que el desayuno se encontraba en mi mesa de té del centro de mi habitación, me acerqué y vi que en mi ración de comida nada había cambiado, todo lo que desayunaba normalmente se encontraba en la bandeja, desde frutas hasta bebidas, mi desayuno estaba completo.
Pensé, y trataría de mejorar todo esto, pero por ahora solo podía mejorar mi propio día si así lo decidía, por lo que entré al cuarto de aseo en donde lave mi rostro y boca antes de dirigirme a la mesa y comenzar a comer.
Iba por la mitad de mi desayuno cuando alguien tocó la puerta de mi cuarto de habitación, di el debido permiso para que fuera quien fuera entrara.
Fue cuando vi a mi amiga asomándose por la puerta.
—¡Lili! Por favor, entra —hice una señal con mi mano y una gran sonrisa en mi rostro de verla con bien.
—Princesa, buenos días, me alegro de verla ya levantada —me sonrió también, cerró y la puerta con suavidad para darnos privacidad y luego corrió hasta a mí abrazándome en el momento que yo me paré de mi silla.
La abracé con mucha fuerza justo como ella a mí, gracias a Dios se encontraba bien, y si ella lo estaba significaba que los demás también.
—Lili, me alegra tanto ver que te encuentras bien —sorbí mi nariz, sin darme cuenta había derramado unas pequeñas lágrimas.
Ella se separó y me pude fijar de que ella también estaba llorando.
Tomó mis manos con fuerza y me vio de arriba abajo con los ojos cristalizados— Y yo de que tú estés bien, estaba tan preocupada por lo que harían tus padres contigo.
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El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETA
Historical FictionSinopsis: Shinees Van Bisen, princesa de Costa Mein, sí, esa soy yo. Tres generaciones han pasado. Tres generaciones en donde el pueblo espera ya sea pacientemente o con desesperación que sus reyes les ayuden a cambiar su situación. Y para desgrac...