El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETA

Capítulo 33:

POV ESPECIAL: Marktool Van Bisen:

"Majestad Rey Marktool III:

Aun no entiendo cómo puedo escribir eso, me rio mientras escribo esto para ti.

Es una lástima que aún no entiendas lo pésimo que has llevado tu reinado desde que pusieron esa corona en tu cabeza, la cual déjame decirte, te queda demasiado grande, jamás podrás ajustarla a ti mi querido Marktool.

Sé que no has sabido de mí hace un largo tiempo, pero envío esta misiva para informarte que sabrás de mí más a menudo a partir de ahora y que así estés advertido de que seguramente en algún momento me verás la cara.

Su Majestad tendrá que pagar TODO lo que ha hecho y no es una amenaza, no Marktool, como que mi nombre ahora es Maximus Felox y como que tengo una sangre con derecho, que esto no es una amenaza, es una promesa.

No solo me debes a mí, le debes a toda Costa Mein y no te irás de este mundo sin antes pagar cada una de tus masacres, eso te lo aseguro por mi otra sangre, la sangre de mi madre.

Incluso pagarás haberme quitado a mi padre a tan corta edad y haber humillado a mí madre.

Nada me detendrá ahora que tengo todo para lograrlo.

Y no se preocupe Majestad, que su hermosa Princesa estará muy bien protegida cuando su nombre y existencia queden en el olvido, y sí, esto si puede considerarlo una amenaza.

Hasta una próxima, Marktool.

Su excelencia, Maximus Felox

Duque de Felox"

Leo y releo esta mísera carta, la arrugo de una esquina con furia y frustración.

Suspiró lentamente. La había recibido pocos días atrás mientras entrenaba con mi hija, Shinees.

Cuando la tomé por primera vez y abrí el sobre, no sabía de quién se trataba, pero cuando leí su contenido, mi piel palideció y por un momento me arrepentí de haberlo exiliado por varias razones.

No puede ser que vuelva a saber de él otra vez. Le di la oportunidad de seguir con vida a él y a su madre para que se fueran lejos y no volvieran nunca más, si bien no sabía si vivirían luego del exilio, pero al parecer lograron sobrevivir los miserables.

Las preguntas que me hice años atrás me carcomían nuevamente ahora ¿hice bien en exiliarlos? ¿hice bien en dejar que se fuera con su madre? ¿hice bien en dejarlos vivos a ambos? ¿debí haberme deshecho solo de su madre? ¿debí haberlo dejado a mi lado?

Lo que nunca hice fue quitarle a su padre, al menos yo no fui quien lo hizo, eso se lo puede reclamar a su propia madre, ella sí le quitó a su padre y luego fue cuando decidí alejarlos de Costa Mein a la fuerza.

Pero no permitiré que se atreva a amenazarme a mí, mi reino y a mi familia, mi legado quedará con mi hija cuando yo muera, pero no será a manos de ese bastardo que moriré.

—¿Padre? ¡Oh! Aquí estás — levanté el rostro asustado para ver cómo mi hija se dirigía hasta mí.

—Shinees, qué susto hija — suspiré calmándome — No hagas eso.

—Disculpa padre, pero ¿Qué sucede? ¿Todo está bien?

Mi hija preocupada se acercó hasta a mí y me extendió una copa que traía en su mano, no supe en qué momento sirvió la bebida.

—Gracias — dije tomando la copa y comenzando a beber su contenido.

—¿Todo bien padre? — repitió Shinees.