Sí, todo había sido solo un cuadro de escenas fingidas y actuadas, nunca la había amado realmente, o eso creo, creí que podía haber algo, temía que así fuera, ella era especial, pero no lo suficiente para que yo la admirara verdaderamente.
Prefería a Yeri, ella no era tan melodramática, no era un estorbo para mis deseos y tampoco era ilusa, sabía quién era yo, lo que quería y ambos estamos confabulados para obtener lo que queremos, de eso no hay duda.
Ambos estábamos en esto, conspirar contra la realeza de Costa Mein había sido el punto perfecto que nos había unido y ahora merecíamos nuestra recompensa que nos costó tiempo, paciencia y sacrificios.
Ya nada podía impedir que Costa Mein fuera nuestro, habíamos nacido para esto, no para servir y obedecer, si no que para ser servidos y obedecidos.
Shinees me vio como si hubiera enterrado un cuchillo en su corazón, era normal que se sintiera así, pensó que yo la amaba en verdad, pero bueno, ganas no me faltaban de enterrarle un cuchillo real en su corazón real.
Odiaba en parte tener que esperar el veredicto de su condena, por mí ya se hubiera muerto desde que la secuestré, no la necesito más, ya había cumplido su papel en mi vida, se lo agradecía porque abrió puertas que no hubiera logrado hacer solo y lo hizo hasta con más facilidad, pero ya no era necesaria.
—No me mires así, haces que me sienta mal —hablé con fingida tristeza— Pero antes de seguir con lo acordado, déjame contarte un secretito —me hice el interesante, ella siguió con una mirada que me decía que estaba perdida en el dolor que sentía ahora mismo, qué triste por ella, pero yo no podía y ni quería hacer nada para mejorarlo—¿Recuerdas cuando me dijiste que tú querías alguien incondicional?, pues yo siempre lo fui, siempre fui tu incondicional tormento, yo fui quien hizo que tus padres se enteraran de todo, yo sabía cada movimiento tuyo, me fue fácil usar a mi gente con toda la información que me dabas para destruir todo lo que tu construías.
Me miró con terror y abrió su boca, su mirada era lo mejor, podría hacerse un retrato con esa expresión en su rostro y me sentiría más que complacido de ver mi obra de arte.
—¿Cómo te atreviste? —siseó, en realidad ¿por qué no me hubiera atrevido? Esa era la legítima pregunta, aún cuando no sabía si se refería a lo de su incondicional o que yo la había delatado.
—Pues lo hice como cualquiera que sabe lo que quiere y como quien no permitirá que la venenosa estirpe se siga expandiendo.
—Hiciste que uno de los más importantes sustentos del pueblo se viniera abajo —espetó afirmando lo que yo había sabido que pasaría si Freya y Marktool harían cuando se enteraran y así fue.
—¿Qué puedo decir? De alguna forma debía hacer que mi plan siguiera avanzando —los miembros del consejo no estaban nada felices, pero no habían interrumpido ni intervenido, sabían lo que les convenía— Tenía que lograr que tu familia se rompiera y dividiera más de lo que ya estaba, fue mucho más fácil conseguir destruirlos desde dentro y ahora el pueblo tampoco te quiere porque se les quitó esa valiosa y crucial ayuda —sonreí victorioso y suspiré con dramatismo— Esa fue otra de mis misiones, evitar que el pueblo te quisiera y ya se va alcanzando, además que están los que te odian porque piensan como yo.
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El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETA
Ficção HistóricaSinopsis: Shinees Van Bisen, princesa de Costa Mein, sí, esa soy yo. Tres generaciones han pasado. Tres generaciones en donde el pueblo espera ya sea pacientemente o con desesperación que sus reyes les ayuden a cambiar su situación. Y para desgrac...