Capítulo 32:

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Drew POV:

Faltaba tres meses para la boda y la familia real, por no decir que mayormente la Reina Freya, se había ocupado de gran parte de los preparativos de mi casamiento con Shinees, parecía que fuera la Reina quien se casaría en lugar de su hija.

Sin embargo, sabía que Shinees estaba tan feliz como yo de que pronto uniríamos nuestras vidas para siempre.

Hoy estábamos listos para la prueba de la comida que se daría en la recepción.

Iba de camino hacia la sala que me había indicado el mayordomo de los Van Bisen, al llegar los soldados abrieron la puerta y fue cuando vi la preciosa sala con tonos celestes y verdes, desde los más fuertes hasta los más suaves.

—Mi amor — habló Shinees quien se paró de su lugar y corrió hasta a mí, el mayordomo se había retirado y habían cerrado las puertas de la sala para darnos privacidad.

Shinees me abrazó con emoción — Hola preciosa — la besé con dulzura y cuando me separé de ella reparé en que solo Lili y dos sirvientas más se encontraban en la sala aparte de nosotros dos — ¿Solo nosotros estaremos en la prueba de la comida?

—No, mis padres estarán por llegar, estoy segura — murmuró con una sonrisa triste, lo noté — Ven, sentémonos a tomar un poco de té en lo que esperamos — jaló mi mano, había cambiado de tema rápidamente y su semblante también había cambiado al instante.

—¿Qué sucede mi vida? ¿Qué es lo que te tiene triste?

Se giró hacia mí — No es nada amor, puedes estar tranquilo, estoy bien — trató de sonreír feliz.

—A mí no me engañas — sin importarme que su dama y las otras mujeres estuvieran presentes me acerqué y tomé con delicadeza su cintura — A ti te sucede algo.

Dio un leve suspiro y tomó mis hombros como solo ella sabía hacerlo, con cariño y elegancia, sonrió — No pasa nada ¿está bien? No quiero que nada arruine este día, quiero que la pasemos muy bien escogiendo los detalles importantes de nuestro matrimonio — se acercó y besó mi mejilla, mi corazón se aceleró con su gesto.

—Si pasa algo no dudes en decírmelo — reiteré — No quiero que mi bella prometida se encuentre infeliz en un día tan especial como hoy, y aunque no lo fuera, no te quiero ver así de decaída — acaricié su mejilla.

Ella tomó mi mano sin dejar esa pequeña sonrisa — Prometo que, si tengo algo que decirte no dudaré en hacerlo, pero ahora mismo todo está tranquilo, solo son cosas de las tutorías que mi padre me da para aprender a gobernar.

—¿Y cómo ha ido eso? ¿Te ha obligado a hacer cosas que no quieres? — susurré solo para que ella escuchara.

Negó con su cabeza — No, he querido darle ideas para mejorar su reinado y no le ha sentado tan bien como hubiese querido.

—¿Hablas en serio?

—Sí, realmente no me escucha, quizás pueda volver a hablarle de ello más adelante, pero por ahora tendré que dejar estancado el tema.

No pudimos seguir hablando porque sus padres llegaron en ese instante.

—¡Drew, querido! — saludó la Reina.

—Majestades — devolví el saludo reverenciando — Es un honor verlos.

—También es un agrado verte — habló el padre de mi novia.

—Ahora que estamos todos, podemos ordenar que traigan las muestras de comida — añadió la Reina dando un aplauso y las sirvientas de inmediato salieron — Ven querido, tomemos asiento — asentí y tomé la mano de Shinees quien sonrió mucho más animada.

El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora