Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎

J. Yi

Las lluvias en días de verano son bendiciones bien recibidas en las montañas de Seoul; el sonido de las furiosas y pesadas gotas en el tejado montaban el compás en que el nacimiento más deseado por varios espectadores en la habitacion ocurría.

Una joven y rubia mujer contenía el llanto soportando el desgarrador dolor de la vida abrirse paso a través de ella, mientras una matrona guiaba el parto y dos enfermeras recibían toallas y sábanas para limpiar el desastre y hacer más como posible el momento.

En el pasillo fuera la habitación, dos hombres cruzados de brazos esperaban, visiblemente inquietos.

—¿Cómo te sientes, Jeon-ssi? —Hablo afectuosamente el más alto
—Ansioso, por supuesto
—Estaremos bien. El nacimiento de Moon Seung Yi está salvando nuestra familia. Es el primer paso
—Salud por eso, desde ya

Un débil llanto llamo la atención de los dos y al mismo tiempo corrieron a abrir la puerta y entrar; la matrona se giró a verlos con una expresión amarga y ansiosa, por lo que el joven de los dos avanzó hacia ella y descubrió sus brazos, viendo a un saludable bebé de mejillas rosas removerse débilmente entre sus brazos; miró a la mujer y descubrió el cuerpo del recién nacido... Entonces dió un paso atrás.

—¿Jeon-ssi?— Le habló el mayor manteniendo su distancia
—Es niña... —Refunfuñó retrocediendo en sus pasos —Pasó otra vez...

El hombre miro a la matrona y después a la cansada mujer en la cama que luchaba con sus últimas fuerzas para estar despierta, incluso a pesar de su pálida cara y mejillas sumidas delatando su gran debilidad; el hombre compuso una mueca seria y salió de la habitación.

La matrona rápidamente tomo al bebé y lo envolvió en un par de mantas más ante la vista de su madre, sorprendida y estupefacta.

—Que el heredero de 100 años de Alfas sea una niña es el inicio de muchos problemas para ésta bebé, señora

La débil mujer se incorporó en el colchón, mirando agotadamente a la mujer mayor.

—¿Cuánto tiempo nos queda?
—A ellos no les importara lo que pase con usted, la querrán a ella ante todo.
—De acuerdo... —La joven puso ambas piernas en el suelo
—Todavia no empezará a sanar hasta un par de horas más, cuando las hormonas del embarazo desaparezcan, señora
—Mi hija será perseguida, vendida y usada si no salgo de aquí ahora mismo... No puedo esperar a sanar, tomaré el riesgo.

Las dos ayudantes de la matrona corrieron a su lado, y una de ellas entregó a la mujer un juego de llaves; la matrona se puso de pie y ayudó a incorporarse a la joven, poniendo el juego de llaves en el bolsillo de su bata; una de las enfermeras tomó a la bebé y las acompañó cuando salieron de la habitación hacia el pasillo que se dirigía a las escaleras del edificio.

Estas descendieron hasta el sótano #1 dónde salieron. La joven puso a la bebé en el asiento del copiloto y con ayuda de la matrona trató de subir al auto.

—Me temo que no puedo permitir que se marchen —Habló un hombre de mediana edad que entraba desde las escaleras también
—Nos iremos —Sentenció la joven seriamente —No necesitamos un apellido ni conocerlos a ustedes, mi hija merece vivir por primera vez
—Eso tu no lo decides. En la sangre de esa bebé hay 100 años de líderes y Alfas que pueden traer al mundo 100 Alfas más.
—Ella nunca sabrá de ustedes... Será como si no existiera, y ustedes solo tendrán que esperar 100 años más... Jung Il-Sik, por favor...

El hombre se rascó el cuello pensativamente. Suspiró y la miró disintiendo.

Rápidamente desenfundó un arma con su mano izquierda y soltó 3 rápidos disparos.
Uno en el pecho de la matrona.
Otro en la cabeza de la asistente que las acompañaba; y el último en el abdomen de la joven, que cayó de rodillas al suelo sosteniendo el impacto.