El temor detrás

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Dicen que entre el cielo y la tierra nada se esconde; la verdad, la mentira, el pecado y la absolución.
El cómo sin importar el hilo siniestro de una maldición puesta en ambas, esa noche ByulYi y Wheein quisieron ser libres de hacer exactamente lo que deseaban, sin pensar en el riesgo que estarían tomando para con ellas mismas.

Una vez la marca estuvo consumada, fueron tomadas por sus instintos más primarios, un poco contra su voluntad.

Los dientes mordian la piel, las uñas trazaban los caminos de cada roce y embestida. La orilla de ese privado y desconocido lugar por los locales fue testigo de una más de esas noches que solo sabían hacer suyas.

Y con el tiempo en contra cayó el amanecer.
En la fina pero espesa alfombra de césped virgen yacía Wheein, saliendo de una de esas necesarias siestas que el cuerpo demanda tras haber sido llevado más allá del límite una y otra vez. Suspiró, siendo despertada por la luz que asaltaba sus párpados apretados.

—Wheein-ah...
—Mm...
—Tenemos que irnos— Moon frotó su cálido hombro desnudo
—Dios... ¿Podemos quedarnos aquí para siempre?— Murmuró aun sin abrir los ojos
—Jajaja tonta...— ByulYi puso a su lado la ropa de ambas que antes habría ido a buscar —Podemos ir a comer antes de llevarte a casa
—¿Tienes que ir a otro lugar?— Wheein se frotó los ojos
—Si, tengo algo que hacer... Envié un mensaje a Hyejin, la encontraremos al llegar a casa
—Se acabó la luna de miel...— Suspiró Wheein levantandose

ByulYi sonrió; sujeto a Wheein por los hombros y la llevo contra su pecho.

—Hey... ¿Que ocurre?
—Nada, nada... Solo vamos, hay que regresar
—Ah, demonios... Extrañare este lugar
—Regresaremos

Moon se levantó para sacudir sus pantalones e iniciar la tarea de volver a usar ropa. Wheein soltó un último soplo de lastima y la imito.

Tras una larga caminata, tranquila y silenciosa de regreso al estacionamiento, Wheein observaba atentamente como de a poco la normalidad y cotidianidad regresaban a la ciudad. Su ropa empolvada era la única evidencia de que la noche anterior no fue mentira; se llevó la mano al cuello del lado izquierdo, frotando con los dedos los bordes irregulares en forma de media luna que la mordida de marca dejada; la única cicatriz que no se borra de la piel.

—¿Cómo te sientes?— Preguntó Moonbyul
—Extrañamente bien... Se siente tan extraño
—Usar zapatos— Sonrió ByulYi —Si... odio usarlos también
—Irás con la señora Kim

Moon suspiró.
Esta parte de la marca es diferente si ocurre con quién te has imprimado; una sentía la sangre de la otra, sus latidos, su forma de moverse; sus pensamientos en momentos de vulnerabilidad.

—Así es— Asintió ByulYi —Trataré de no tardar, y tu estarás con Hyejin
—Dijiste que fui yo antes quien confronte a los hombres de mi padre. ¿Cómo ocurrió sin que tú lo provocaras?
—Tal vez si lo provoque— Moon abrió la puerta del auto del lado de Wheein y ella entró —Cuando rompieron la mitad de mi cuerpo, pensé que un momento de vida o muerte haría a Hyejin reaccionar, pero ella estaba muy débil aún, eso creo...
—Quisiera recordarlo
—Ya no es importante. Mamá Kim quiere verme así que escucharé lo que quiere decirme
—¿Por que no puedo estar presente?
—Han sido días difíciles para las dos, Wheein... pero tu en especial. Hay cosas que solo yo puedo hacer ¿Entiendes?
—No lo entiendo... pero confío en ti

ByulYi sonrió encendiendo el auto.

—Muy bien... Esta noche traeré mejores noticias

Condujo tranquilamente el transcurso de regreso a su departamento; ambas tarareando canciones de la radio y riendo de lo que sea que tomara sus atenciones.
Una vez Moonbyul estacionó el auto y subieron al elevador, casi podían sentir que estaban a salvo totalmente.

Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora