Déjame sangrar

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La respiración de Moonbyul se hizo profunda y muy lenta. Wheein giró su rostro hacia ella descubriéndola profundamente dormida.
Se giró boca arriba mirando el antebrazo de Moon deslizarse sobre su cintura y abdomen.

Volvió a mirarla deslizando su rostro en la almohada hasta tener su nariz a escasos 3 centímetros de la de Moonbyul; aspiró prolongadamente su aroma con los ojos cerrados.
Levantó el antebrazo cargando la muñeca de Moonbyul y haciendo que su mano se deslizara a través de sus costillas hasta quedar en medio de su pecho. Su corazón latía rápida e intensamente... dos veces seguidas la curiosidad vertida sobre permitirse ser poseída en la carne por esta hermosa y misteriosa mujer habían llenado de ansias su piel.

Los dedos de Moonbyul se apretaron sujetando su ropa con fuerza; Wheein sonrió, apretó su labio inferior con sus dientes.

—¿Que estás haciendo?— Preguntó en voz baja
—Lo siento...
—¿Por qué no quieres esperarme?
—No sé como hacerlo...— Wheein levantó la mano hacia la mejilla de Moonbyul —Ya no puedo pensar claramente... Siento que me quemo por dentro

Los dedos índice y medio de Moonbyul se metieron en el cuello de su camiseta rompiéndola con sus uñas. Se detuvo a la altura del ombligo donde volvió a levantar el antebrazo, metiendo la mano contra el pecho.

Era tan claro imaginarse este escenario mientras su propia mano derecha cumplía con la tarea de satisfacer un arranque sexual de la madrugada.

Se sentía tan mal e incorrecto, y aún así no podía detenerse... Guardó la última gota de placer muy a salvo en una mordida al cuello de su camiseta.
Soltó un último suspiro y relajó sus piernas de nuevo bajo las sábanas.

Volvió a la incomoda realidad donde Moonbyul yacía dormida a su lado con la cobija cubriendola hasta la cintura.
Lamentablemente ese día debía terminar... durmió, y descansó.

Aquella mañana Wheein despertó cuando los rayos del sol tocando su rostro. Probablemente era tarde, y según el espacio vacío de su cama, también estaba sola.
Se levantó de la cama y caminó cautelosamente a la sala, donde encontró a Moonbyul sentada en el sofá con la tele encendida, y en la mesa junto a ella una bolsa de una cafetería cercana, junto a ella dos vasos de café.

—¿Qué es esto?
—Desperté antes— Le ofreció uno de los dos vasos —Es chocolate con leche. Y aquí tengo un muffin de cereza

Wheein se sentó a su lado tomando el vaso y la bolsa.

—Entonces... Hyejin
—Ya te lo dije, ella te lo explicará. Puedo adelantarte que se encuentra bien y descansando a salvo
—Es que todo es muy extraño
—Y tu tienes que confiar en que a pesar de lo que sea debes ser paciente en que todo esto lo hago por ti.

Wheein suspiró. Ninguna de sus inquietudes estaba siendo resuelta, y si de algo estaba segura era de no poder superar la paciencia y temple de alguien que llevaba en el mundo muchos más años que ella.

—Decidí que dejaré la escuela.

Moon asintió en silencio.

—Puedo ahorrar unos años y estudiar cuando mi renta no dependa de exprimir el fondo de ahorro de mamá ¿Verdad?
—El dinero no debe ser tu preocupación, Wheein
—Por supuesto que lo es
—No, no es así— Moonbyul sacó su billetera del bolsillo trasero de su pantalón —Si es eso lo que te preocupa yo te lo daré todo

Wheein soltó una carcajada y, sacudiendo la cabeza incrédula dio otro sorbo. Vio de reojo la expresión seria de la mayor, viéndola fijamente. El chocolate se hizo un nudo en su garganta; con un último pellizco de fuerza logró pasarlo.

Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora