Nuestro último viaje

77 9 0
                                    

El sonido de las olas rompiendo en las rocas de la playa, por primera vez en muchos kilómetros de carretera, era lo único que podían escuchar.
El auto avanzaba lento pero seguro por la costa que se dirigía al muelle de viaje hacia la Isla de Jēju; Jeonju para los locales y amantes de este hermoso lugar.

—Fue nuestra primera promesa— Habló Wheein

ByulYi sonrió.

—Nos interrumpieron
—Se siente fascinante
—¿Aunque solo sea un viaje para perderles el rastro?
—Especialmente por eso

La pelirroja asintió soltando una exhalación profunda; detuvieron el auto en uno de los estacionamientos privados a las afueras del muelle, donde filas de pasajeros aguardaban su turno para tomar el transporte a la isla.
Wheein bajó del auto, sonriendo y apreciando la vista húmeda y nublada de ese día; Moon dejó su asiento y dio la vuelta para encontrarse junto a Wheein.

—Huele bien
—El aire— Asintió ByulYi
—Muy bien— Wheein acomodó ambas mangas de su mochila y cerró la puerta del auto —Hora de irnos

Las dos caminaron hacia la estación.
Una vez allí y tras la espera de varios minutos por la compra del boleto y de pasar, subieron al barco que las transportaria al puerto. Siempre atentas y juntas en todo mlmrnro, bajaron del barco y salieron del muelle dirigiéndose a la bahía de alquiler de autos, donde Wheein esperó a Moon desde fuera. Estar en la que recordaba su casa de toda la vida seguía dándole alegría y su dosis personal de melancolía.

Moon se le unió una vez tuvo en sus manos las llaves de su Tesla de alquiler.

—Hey...— Le abrazó por la cintura frotando la nariz contra su cabello

Wheein sonrió disfrutando la sensación  cosquillosa que la nariz de ByulYi le daba al dar esas leves y cortas olfateadas cerca de su cuello.

—¿Adonde iremos ahora?
—Antes que nada a comer, después iremos a una pequeña localidad hacia el Norte.
—¿Y podemos verla ahora?— Wheein se refería a la comensal de Jimin dejada a ByulYi
—Ah— Moon sacó el sobre su su bolsillo y lo entregó a Wheein

Ella sacudió el interior de este, revelando según el vaivén que un objeto alargado y pesado esperaba en medio de las hojas. Con una expresión curiosa y satisfecha abrió el papel a un lado y dejó caer en su mano una antigua llave de hierro.
Moon sujetó el artefacto y lo llevó a nariz para darle una larga olfateada. Ni una pizca de olor diferente al de Jimin y Jungkook, que tuvieron que ser los únicos en tocarla en muchísimos años.

°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°○°

Si estás leyendo esta carta en ésta época, es quizás la única alternativa que queda.

Antes de comenzar me gustaría disculparme. Siempre he sido plenamente consciente de las particularidades de los nuestros, como bendición o maldición, y en varias ocasiones solo pude permanecer y ver como se cometieron grandes atrocidades; la inmortalidad es una maldición, es algo que he pensado desde siempre.

Cuando los ancianos fuimos convocados por Gran Abuelo supimos que se nos requeriría para un juicio, y así como lo supimos, también fuimos conscientes de lo inútiles que son nuestros apellidos cuando de la verdadera justicia se trata. Hubiera querido ser más valiente, y quizás es por ello que no resiento la maldición con la avaricia e ira que los otros ancianos lo hicieron... Los que quedan.

Te pido tu perdón, Moon ByulYi. De la mano de uno de esos ancianos cobardes que no supieron que decir o como actuar en detrimento al juicio. Así que te ofrezco el único método para encontrar tu absolución.

Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora