Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎

Una gran laguna

Nunca terminas de acostumbrarte a esa sensación de dolor residual y pesadez que queda en el cuerpo al levantarse por primera vez después de una fuerte caída... O de haber recibido múltiples fracturas simultáneamente en el torso, brazos y espalda.

Moonbyul movió la mano hacia su cabeza y frotó su frente. Pegajosa y terrosa; trató de abrir los ojos y descubrió que incluso sus ojos se sentian así.

-Ve despacio, es muy pronto todavía

Esa era Hyejin. Podía mover todo su cuerpo, pero sentía que tenía cemento sobre sus brazos y pecho.
No sabía cuánto de eso se había roto, y seguramente fue mucho para reparar en los siguientes días.

-Wheein...
-Ella está bien, todo está bien.

¿Cómo podría todo estar bien si es a ellas dos a quienes buscaban esos hombres? Estaba segura de haber reventado la cabeza del que la atacó contra el pavimento suficientemente fuerte, pero los otros dos...

-Ella no... No pude...

Logró sentarse en el borde del colchón aún con los ojos entrecerrados. Hyejin sentada junto a ella, conocía esta alfombra... Estaban en su departamento.

-¿Qué demonios?...

Empujó a Hyejin alejándola de su camino y avanzo con prisa por el pasillo; respirar dolía, mover los hombros dolía.
Probablemente sus costillas seguían rotas, tal vez algunas partes más... Pero no podía pensar con claridad.
Iba chocando contra las paredes hasta por fin lograr ver esos adorables ojos redondos de Wheein asomar por el espaldar de su sofá.
Se detuvo un momento con un suspiro de alivio atorado en los labios.

-Te lo dije, está bien- Repitió Hyejin alcanzandola
-Ella... Yo...

Wheein se levantó del sofá y caminó hacia ella; miró el cabello de Moonbyul, su piel, su rostro. Su sonrisa incómoda delataba que aún no se veía bien.

-Vamos- Hyejin tiró a Moonbyul de la cintura -Tienes que limpiarte, apestas

Encendió la luz del baño y le enseño a Moonbyul el horror en sus ojos. Cabello, rostro, ojos, ropa; todo cubierto en sangre y tierra. Arrugó la nariz y ella misma abrió la llave de la ducha.
Al momento de sacarse la ropa descubrió que el dolor era suficientemente incómodo para sacarle quejidos.

-¿Necesitas ayuda?
-¿Quien puso los huesos en su lugar?
-Yo lo hice
-¿Y cuantos días pasaron?- Preguntó mientras entraba a la ducha
-Solo uno- Hyejin le dió la espalda recostando el hombro contra la pared -Cuando desperté no ví a Wheein por ningún lado, pero estabas ahí... Y no lo pensé, solo corrí a ti y puse tus huesos en su lugar... Estaba tan enojada... Quería dejarte ahí y buscarla pero no podía... Lo odié.

Moonbyul escuchó en silencio mientras el agua mojaba desde su cabello a sus pies y deslizaba toda la mezcla pastosa de sangre y tierra.

-Cuando la encontré estaba feliz, creía que hacía lo correcto salvandote antes en caso de que tuviéramos que pelear... Me di cuenta que era ridículo porque Wheein estaba en medio de un gigantesco poso de tierra, desorientada y desconectada del mundo con dos idiotas bajo sus pies

Moon volteó a verla seriamente.

-Ya me encargué de llevarlos a un lugar seguro. ¿Te vas a calmar ahora?

Volvió la cabeza hacia adelante. Llevó las manos a su cabeza y empezó a frotar en silencio la suciedad.
Poco menos de dos días en total desde el accidente habían transcurrido, y sentía que fueran décadas. Hyejin esperó en silencio hasta asegurarse en el ritmo de respiración de su Alfa, ahora más tranquila para terminar el baño por si misma.