Un nombre

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Hacia probablemente más de 30 años desde que Moonbyul no resentia la incertidumbre en su bello esplendor, como esta noche.
Una Alfa acostumbrada a tenerlo todo a pedir de boca estaba siendo sometida por dos diferentes personas,y no había nada que pudiese hacer al respecto.

¿Quien era Ahn Hyejin?
¿Cómo alguien de quien no supo hasta este día podía saber más de ella de lo que la media de sus cercanos?
¿Que relación tenia con Wheein?

Wheein...

Aun de pie en el umbral de la puerta tocó sus labios, saboreando el intenso y jugoso gusto de sus besos. Estuvo a punto se olvidarlo todo, someterla y marcarla como su propiedad.

Eso hubiera sido tan fácil.

Y recordó la mueca de dolor que se formó en su rostro cuando la tiro de la cintura

No. Eso no es lo que quería.

Ver sus ojos brillando como estrellas, su figura pequeña sumisa bajo sus manos suplicando más de un placer, que estaba segura le podía entregar. Eso quería. No su dolor. No su miedo. No su resignación. Lo quería, solo si Wheein lo quería así también.

Y en el camino sus propios instintos, entrañas, cuerpo y sangre le gritaban solo tomarla.

¿Por qué tenía que sentirse así?

Por una chiquilla, una cachorra torpe que desconocía su propia historia.

¿Por qué?

Volvió a morder con fuerza su mano sin preocuparse de los hilos de sangre que caían sobre su ropa y que narraban sus camino hasta el baño, donde fue libre de ver su reflejo y respirar profundo.

Wheein es mi territorio

Mordió aún más fuerte incando los colmillos en su piel, hueso y carne con tal zaña que la estructura física de la misma se convirtió en algodón.

Dejó de morder y miró el sanguinolento y goteante desastre.
Con gran naturalidad y costumbre apretó el puño y recompuso los huesos, tendones y carne al ritmo inhumano de su curación acelerada.

—Su territorio... Su territorio... Su maldito territ.. -

Su teléfono lanzó un tono de mensaje desde su bolsillo interrumpiendola.

Moonbyul arrojó de mala gana su teléfono a algún lugar del living donde se estreyó y, según el estruendo, probablemente se rompió

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Moonbyul arrojó de mala gana su teléfono a algún lugar del living donde se estreyó y, según el estruendo, probablemente se rompió.
Cualquier lugar donde no pudiese sentir esa molesta sensación que oprimía sus sienes.

Wheein no quería ser marcada.
Wheein no podía ser marcada.

...¿Y quería hacerlo ahora?
Todo aquello que rodeaba la vida de Wheein trazaba una línea perpendicular al camino que debía recorrer para saber todo aquello quensu madre le oculto, y el por qué de los diarios, la fotografía y el extraño origen que la rodeaba.
¿Necesitaba de todo eso todavía?

Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora