El recibidor de la casa de Wheein, estrecho, ligeramente empolvado y ahora un muy caluroso lugar, era testigo de una incesante maratón de besos, intensos, apasionados y descoordinados; Moon metió sus dos manos dentro de la ropa de Wheein enredando los dedos en las ligas de su sostén y Wheein recuperaba el aliento beso a beso, buscando la boca de Moonbyul tan hambrienta como si estuviese siendo privada de un recurso sin el cual no se explicaba como vivió hasta ese instante.
Moonbyul dirigió sus pasos al interior del lugar; levantó con suma facilidad a Wheein cargándola de los gluteos en su cadera y camino al sofá. Sus labios y lenguas unidos todo el tiempo hasta que la mayor la recostó en el sofa; Wheein llevó sus dos manos a la camisa de Moonbyul abriéndola con prisa; no había marcha atrás, la propuesta fue aceptada.
Engonces la puerta crujio.
Ambas abandonaron el beso que compartían y miraron como la madera junto a la manija cedía como si se tratara de algodón; las astillas cayeron a pedazos junto al zapatero y la perilla cedió a la fuerza descomunal de, quien al otro lado de la puerta, no quiso esperar.
Moonbyul se levantó de sobre Wheein y permaneció de pie cubriéndola con su cuerpo.La silueta de una joven mujer emergió en la oscuridad abriéndose paso entre las astillas rotas de madera y sacudiendo de sus largas uñas los restos de níquel que se quedaron después de destrozar el metal.
—¿TU?— Preguntó Wheein sobre el hombro de Moonbyul
Moonbyul no la escuchó. Dio un paso adelante manteniendo a Wheein detrás de su espalda con su brazo.
—Tienes exactamente 10 segundos para explicar lo que ocurre, o se pondrá muy feo aquí
—Lárgate, este no es tu territorioLa otra joven se cruzó de brazos y respiró profundo; empezó a avanzar y Moonbyul también lo hizo, quedaron una frente a la otra mirándose fijamente.
No la conocia; recordaría a alguien asi. Piel morena, cabello negro ondulado, ojos felinos que brillaban de color amarillo intenso.
—Basta, basta, basta— Wheein caminó en medio de las dos arreglando su ropa y cabello desordenado —Tu tienes demasiado por explicar, Ahn Hyejin
—Lo sé. Preferí eso a encontrarte siendo la cena de cualquier degenerada
—Vuelve a llamarme así y te rompo toda esa linda cara— Amenazó Moon señalando su rostro
—Quiero ver que intentes eso, pervertida
—¡BASTA!— Wheein levantó las dos manos y las separo apartando a ambas chicas —Era una cita, yo la invite
—¿Cómo di...?— Hyejin Interrumpió y miró a Wheein, dio una discreta olfateada —Entonces pasó ya...Volvió a mirar a Moonbyul.
—Tu... ¿Que clase de Alfa de pacotilla pervertida debe inducir un celo para acostarse con alguien? Que perdedora
—Ya está, voy a matarla aquí mismo
—¡No, no, no!— Wheein volvió a alejarlas poniéndose en medio —Hyejin, yo la invite a pasar ¡Y tu nunca mencionaste que también eres como ella!... O como yo... Espera ¿Lo sabias?
—...Lo siento. Tenia que protegerte, te explicaré todo después
—No, no, es suficiente. Las dos— Señaló el rostro de Moonbyul como advertenciaMoonbyul respiró profundo. Sus ojos volvieron al tono negro y dio un paso atras; Hyejin la miro extrañada con esa conducta tan pasiva para ser una Alfa.
Detalló su camisa abierta, sus labios hinchados igual que los de Wheein, el cabello desordenado de las dos. Si lucía como que había interrumpido algo.
—Yo pagaré la reparación— Habló ahora en un tono menos severo
—Hyejin-ah...— Wheein no sabia que decir sobre todo lo que estaba pasando
—¿Podemos hablar, Wheein? A solas
—Ahora, eh...— Wheein miró a Moonbyul detrás de ella, viéndolas fijamente en silencio —¿Podría ser mañana?
—Vendré por ti
—Toca la puerta cuando vengas esta vez, animal —Le dijo Moon
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Lady MoonStar ◇ ▪︎WheeByul▪︎
WeerwolfUna Alfa orgullosa cae a manos de una Omega que, inexplicablemente tiene todo su amor y lealtad. Un amor condenado, una maldicion... Y la lucha constante contra el deseo y la lujuria. ◇ Wheebyul ◇ Moonsun ◇ Hwasun