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Los días pasaban y Jungkook ni siquiera era consciente de ello. Sus padres estaban desesperados buscándolo, pero no había nada, ni una sola pista. Los oficiales Min y Jung revisaban archivos de los atracos que Utopía había hecho antes, en busca de algún cabo suelto o pista, pero nada, era...era como si no existieran.

Mientras...

El grupo más buscado se estaba preparando para su siguiente robo, y no era uno solo, eran dos. La casa de los Jeon a las afueras de Seúl y la joyería. Byeon limpiaba y sacaba sus herramientas para estar preparado, Suji consiguió las inyecciones de midazolam gracias a un viejo amigo que tenía y Jihoon solo buscaba más información por si necesitaban algo.

Taehyung abrió la puerta de metal viendo a Jungkook sentado y jugando (o eso creía él) con unas piedritas en el piso.

-Hey.- lo llamó despacio.

Jungkook levantó la mirada. Debajo de sus ojos se situaban grandes ojeras producto de no comer y dormir bien. La ropa que Suji le había puesto ya estaba sucia. Y sus piernas estaban llenas de moretones por esa vez que intentó escapar y Taehyung lo hizo lastimarse con las escaleras.

Taehyung se acercó, sacó la llave de su bolsillo y abrió la cadena dejando el tobillo del muchacho libre.

-Sostente de aquí.- Taehyung palmeo sus hombros. Jungkook lo miró un poco confundido, pero no tardó en hacer lo pedido. Envolvió el cuello de Taehyung con sus brazos y poco después fue levantado provocando que enrollara sus piernas en la cintura del mayor.

Taehyung lo sostuvo por los muslos y subió las escaleras con él. Jungkook en un acto reflejo hundió su nariz en el cuello del contrario embriagadose con el dulce olor a perfume que desprendía su piel.

Suji, Byeon y Jihoon quedaron estáticos y sorprendidos al ver tal escena. La muchacha de cabello negro miró, al que había sido su cómplice al sacar a Jungkook, con algo de sorpresa. ¿Por qué Tae estaba sacando a su rehén, y de paso, cargandolo?

Kim abrió la puerta de su habitación y la cerró con fuerza sabiendo que los demás lo miraban y juzgaban.

-¿P-por qué me sacaste?- preguntó Jungkook después de que fue puesto sobre la cama con delicadeza. Sin embargo, Taehyung no respondió y solo se dedicó a sacar ropa de su armario, junto con ropa interior nueva que nunca había usado.

-Quítate esa ropa, es horrible.

-¿Y-yo?

-Pues no veo a nadie más aquí, a menos que yo tenga demencia y vea a otras personas.

Jungkook se encogió en su sitio algo cohibido, y con la vergüenza creciendo dentro de su cuerpo empezó a quitarse la camisa y el short, quedando simplemente en ropa interior. Taehyung lo miró, pasó su mirada por aquellas piernas bien tonificadas, esa cintura tan pequeña, su abdomen marcado pero no al punto de ser exagerado y sus brazos que se veían bastante fuertes. Kook se sintió más desnudo de lo que ya estaba con aquella mirada sobre su cuerpo.

-La bañera está lista.- informó Tae. Le hizo una seña para que se levantara y fuera directo al baño. Jungkook pensó que lo dejaría solo, pero fue todo lo contrario, Kim se quedó sentado en la tapa del inodoro observándolo.

El agua estaba tibia y eso ayudó bastante para que su cuerpo se relajara. Cerró los ojos dejándose llevar solo por las sensaciones. Pero grande fue su sorpresa cuando sintió un poco de agua cayendo sobre su cabeza y luego unas manos masajeando su cabello con algo que olía bastante bien.

Jungkook abrió los ojos de forma perezoso y levantó un poco la mirada, encontrándose con Taehyung lavando su cabello. Su estómago se contrajo y sintió algo extraño en el, más decidió ignorarlo dejándose llevar.

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora