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Suji se quitó la ropa con rapidez. Sentía su cuerpo caliente y la entrepierna mojada.

-No veo que estés quitando tu ropa- murmuró con la voz ronca.

Jihoon se estremeció y trago en seco. Comenzó a quitar prenda por prenda con los ojos marrones de Suji sobre él. Estaba nervioso, no era la primera vez que se acostaban, pero siempre estaba nervioso cuando se trataba de ella.

Suji sonrió cuando lo vio completamente desnudo. Se subió sobre la cama y gateo hasta él con aquella sonrisa tan peligrosa formándose en sus labios.

-Lo que pasó hoy me dejó muy caliente- confesó la peli negra-. Te necesitaba, te necesito.

Jihoon estiró su mano y la agarró por la nuca atrayendola hacia él. Sus labios chocaron con desespero y sus lenguas se encontraron formándo un baile donde predominaba la saliva y los jadeos de satisfacción.

Suji bajó su mano hasta la entrepierna del rubio, apretando con fuerza el bulto que se formaba bajo la ropa interior. Jihoon gimió mordiéndole el labio inferior en el proceso.

-Salvaje- dijo la muchacha separándose del beso. Pasó su dedo pulgar por la herida del labio y lamio la sangre que había-. Me gusta.

-Te conozco bastante bien.

-Claro- Suji sonrió-. Acuestate, los brazos sobre la cabeza.

El chico hizo lo pedido cerrando los ojos en el proceso. Sintió como Suji se subía sobre él y poco después algo húmedo mojaba su pezon derecho. Jadeo queriendo mover los brazos, pero sabía las consecuencias que eso traería.

La peli negra sonrió mientras pasaba su lengua por el abdomen del muchacho, deleitándose con los jadeos y gemidos que este emitía cada que sentía el músculo húmedo tocar su piel.

Suji se detuvo por un momento, alargó la mano y busco en la mesita de noche el botecito de lubricante. Empapó sus dedos induce y anular del gel y con cuidado dirigió su mano hasta la entrada del menor. Jihoon soltó un jadeo ahogado cuando sintió los dedos de la peli negra entrando en él con una lentitud tortuosa.

-Shhh, relájate o no me dejaras entrar- susurró dejando un beso en su muslo izquierdo.

-Noona...

Jihoon sabía y era consciente del peso que tenían esas palabras cuando él y la muchacha estaban en esa situación. Sintió como Suji se tenso y luego lo embistió con sus dedos tocando su próstata deliciosamente.

-Joder...Suji- murmuró. El calor subió por su espalda, y sin poder aguantar más agarró a la mayor por las caderas dejándola bajo su cuerpo en un movimiento rápido. Su mano fue hasta su entrepierna y tocó con delicadeza sacándole un gemido-. Mira que mojada estás...- dijo con una sonrisa a la vez que se lamia los dedos.

Se acomodó entre las piernas de Suji y poco a poco entró en ella. Los movimientos empezaron siendo circulares para que se acostumbrara a la intromisión. Aumentaron de ritmo al pasar los minutos, hasta que el cabecero de la cama chocaba contra la pared con cada embestida. Suji se agarró de la espalda de Jihoon clavando sus uñas allí, dejando varias marcas rojas que de seguro se verían como una obra de arte al día siguiente.

-Me voy a correr...- avisó el rubio. Suji susurró un "yo también". Y cuando sintió como su vientre burbujeaba salió del interior de la muchacha agarrando su miembro y masturbandose para luego dejarse ir sobre las piernas y el estómago de Suji.

Ambos se quedaron acostados regulando sus respiraciones y recuperando el aliento.

-El mejor sexo que he tenido en meses...- Suji dijo con una sonrisa. Se inclinó hacia la otra mesita de noche y sacó un cigarrillo que encendió entre sus labios.

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora