FINAL

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-¿Eso es todo lo que recuerdas?

Jungkook asintió.

-¿Estás seguro? Porque algo me dice que no lo estás diciendo todo, Jungkook-ssi- la mujer se quitó las gafas dejándolas sobre el escritorio-. Hemos tenido treinta y dos sesiones, pero aún así siento que no lo dices todo. Necesito que hables conmigo para poder ayudarte.

-Es todo.

La señorita Seo asintió y escribió un par de cosas en su libreta.

Jungkook suspiró. Por supuesto que eso no era todo lo que recordaba, pero no le iba a contar a esa mujer cada cosa que había pasado con Kim Taehyung. Algunos sucesos realmente no los recordaba, otros tantos no quería decirlos porque sentía que estaban invadiendo lo único que tenía de él.

Las pastillas que le recetaban lo mantenían en calma y, prácticamente, drogado. Pero Jungkook no sabía si aquello era una ayuda o un método para recordarlo a través de sus sueños.

-Bajaré las dosis de tus medicamentos, te necesito cuerdo y cuando nos vemos siento que no estás aquí- informó, como si Jungkook tuviera otra opción-. Incrementare nuestras sesiones a cuatro por semana, excluyendo los fines de semana, por supuesto.

-Está bien.

-Eso es todo Jungkook-ssi- Seo Inah le sonrió-. Tu padre está esperando por ti abajo. Nos vemos mañana.

Jungkook se despidió con un asentimiendo de cabeza y finalmente salió de aquel consultorio que lo asfixiaba más de lo normal. Caminó por los pasillos con las manos en los bolsillos de sus pantalones y la mirada perdida. Todos sabían quién era Jeon Jungkook, el chico que se enamoró de su secuestrador y fue diagnósticado oficialmente con síndrome de estocolmo.

Aún recordaba su último día con Taehyung como si hubiese sido ayer, a pesar de que ya había pasado un año.

¿La peor parte de todo? Eran los títulares de los periódicos "Muere el cabecilla de Utopía, aún se buscan a los demás integrantes" "Jeon Jungkook y el síndrome de estocolmo". Los policías lo habían interrogado preguntándole por los nombres de los demás integrantes, pero Jungkook siempre decía lo mismo "No lo recuerdo" ¿y quién iba a contradecirlo? Los psicólogos decían que aquello era normal a causa del estrés postraumatico y no porque Jungkook se negara a delatarlos. Ni siquiera dio el nombre de Suji en respeto a su memoria.

Una vez estuvo fuera del recinto escuchó la corneta del auto de su padre, como si Jungkook no supiera que estaba allí.

-¿Cómo te fue hoy?

-Igual que siempre.

-¿No hubieron avances...?

-No finjas que te preocupas por mi- escupió con rabia interrumpiendolo-. Tú y mamá son unos hipócritas. ¿Quién hace ruedas de prensa lucrandose con todo lo que le pasó a su hijo?

-Debemos dar explicaciones Jungkook, tenemos un apellido que mantener.

-Den explicaciones de su vida, no de la mía.

-Jungkook...

-Llévame a casa y déjame en paz.

Su padre asintió y puso en marcha el auto hacia la residencia de edificios en el que vivía su hijo. Porque sí, Jungkook vivía solo al estar reacio a compartir el mismo lugar que ellos, sin embargo, lo visitaban varias veces a la semana para saber que estaba bien.

El trayecto fue silencioso y Jungkook agradeció cuando el auto por fin se detuvo frente a su residencia. Abrió la puerta y puso un pie fuera listo para irse, pero la voz de su padre lo detuvo abruptamente.

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora