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Jungkook debía admitir que Ulsan era una ciudad bastante bonita. Con muchos edificios altos y de lujo, personas caminando por las calles y diferentes tiendas de ropa de marca. Y todo hubiera sido perfecto de no ser por el tapabocas negro y gorra del mismo color que le cubría gran parte del rostro. Sabía que Taehyung lo hacía para esconderlo, para que no lo alejaran de su lado. Pero por más que el mayor sostuviera su mano con fuerza, no lograba tranquilizarlo.

-Quiero volver, por favor.- pidió en un susurro.

Taehyung se dio la vuelta observándolo. Y frunció el ceño en confusión cuando lo vio con la mirada en el piso.

-¿Pasó algo?

-Me siento incomodo, quiero volver.

El mayor no dijo más y se regresaron por donde vinieron para ir hasta el auto que el matrimonio Kim les había prestado. Jungkook se subió en los asientos traseros, y apenas cerró la puerta se quitó la gorra y el tapabocas para respirar correctamente. Se sentía vulnerable, tan indefenso y pequeño, obligandolo a buscar refugio en la persona que le estaba provocando todo eso.

Taehyung manejó de regreso a la casa de los Kim. Se irían esa misma noche, pero él había tenido la "maravillosa" idea de sacar a Jungkook. No porque quisiera, sino porque si lo trataba de una forma diferente, aislandolo más, se daría cuenta, Jungkook se daría cuenta y querría huir. Más sin embargo, no se esperó que el menor fuera quien le pidiera regresar.

Apenas entraron en el gran garaje Jungkook se bajó y caminó dentro de la casa. Quería estar solo.

Kim se encogió de hombros dejándolo ser. No se iba a ir detrás de él y rogarle para que le dijera que le estaba pasando. No le gustaba rogarle a las personas, y Jungkook no sería la excepción.

Subió unas escaleras con la intención de ir al mini bar que había en la casa. Y apenas llegó a su destino visualizo a Namjoon tomando Whisky en un vaso de vidrio. El hombre le sonrió, sus hoyuelos notándose, y lo invitó a que se sentara a su lado mientras le servía de la bebida marrón.

-¿Y esa cara?

-Nada, solo quiero volver.

-Se supone que deberías estar feliz por el gran negocio que hiciste con Jinie.

-¿Feliz? Esto no es la gran cosa, Namjoon. He pasado casi toda mi vida haciendo este tipo de negocios, me da igual.

-Pero el dinero siempre cae bien.

-Claro que cae bien. No sé quién fue el retrasado mental que dijo que el dinero no da felicidad.

Namjoon soltó una carcajada porque él opinaba exactamente lo mismo. Siempre creyó que ese dicho lo decían las personas con poco dinero para sentirse mejor con ellos mismos y su miseria.

-Vi que tienes contigo al hijo de los Jeon.- comentó, cambiando de tema.

-Ajá.

-¿Por qué?

-¿No estás muy preguntón?- le dijo, alzando una ceja fastidiado.

-Solo quería saber, ustedes no secuestran gente.

-Es un capricho, ya está.

-¿Lo vas a regresar en algún momento?

-No sé, depende de qué tan rápido me aburra.- se encogió de hombros restandole importancia-. Por ahora solo lo quiero conmigo.

-¿Y no has pensado en que todo esto le puede afectar al chico?

-¿Debería?

Namjoon soltó una risa seca desviando su vista por unos segundos. Conocía a Taehyung desde hace mucho, y al parecer se le había olvidado la clase de persona que era.

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora