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Dos días. Dos putos días donde no había comido. Dos putos días donde no tomaba una gota de agua. Dos putos días donde la venda de su tobillo no era cambiada.

Hace dos putos días no le veía la cara a su secuestrador.

Jungkook estaba tirado en el piso, parecía muerto. Sus labios estaban resecos, su cabello sucio al igual que su cuerpo y ropa. Su estómago dolía producto del hambre, y su garganta estaba reseca al no haber tomado ni una sola gota de agua.

Sentía que estaba muriendo poco a poco.

Por su mente incluso pasó la idea de acabar con ese sufrimiento lo más rápido posible. Prefería morir que seguir pasando por ese maldito infierno.

La puerta del cuarto se abrió y Jungkook fue incapaz de moverse para ver de quién se trataba. No quería ver de nuevo a ese sujeto, le daba pavor tan solo el hecho de imaginarselo frente a él.

-Oh por dios.

Esa voz. Esa voz definitivamente no era de su secuestrador. Empezando por el hecho de que se trataba de una mujer.

-Dios mío, mira como éstas.- Suji se acercó más al cuerpo del muchacho. Ella podía ser una ladrona, una persona grosera, una drogadicta de mierda. Pero jamás sería capaz de maltratar a una persona dejándola morir de hambre o sed, jamás-. ¡Jihoon, ven aquí!

Jungkook estaba tan débil que las palabras las escuchaba distorsionadas. Sentía que se desmayaria por enésima vez ese día.

Abrió los ojos de nuevo al sentir una segunda presencia en la habitación.

-Joder.- era la voz de un hombre-. Suji ¿Qué vas a hacer?

-¿No es obvio? Lo voy a ayudar.

-Si haces algo, Taehyung te mata.

-Me importa una mierda ¡Es un niño! No dejaré que muera de hambre y sed.- Suji se acercó más y sacó la llave que tenía en su bolsillo-. Más bien deja de hablar y ayúdame a llevarlo arriba.

-Suji...

-Haz lo que te digo.

El menor no tuvo otra opción que cargar a Jungkook en brazos apenas la muchacha le quitó la cadena del tobillo.

Jungkook parpadeaba con lentitud. Escuchaba la voz de la mujer y la del hombre lejana. Vio escasamente como lo metían a una habitación y luego todo se volvió completamente negro.

No supo cuántas horas estuvo inconsciente, solo vio a dos personas que lo veían expectantes apenas despertó. Sus ojos enfocaron el rostro de una mujer de cabello negro y labios pintados de rojo. El chico que estaba a su lado tenía el cabello rubio, sus facciones eran suaves y hasta daba la impresión de ser un ángel.

-¿Cómo te sientes?

Jungkook se levantó poco a poco sentándose en la cama. La venda de su tobillo había sido cambiada, y la ropa que llevaba estaba limpia, al igual que su cuerpo.

-No te preocupes, no te toqué más allá de lo debido. Solo limpié tu cuerpo superficialmente.- informó Jihoon al ver su rostro de preocupación.

-¿Q-qué hago aquí? ¿Quiénes...quiénes son ustedes?

-Temo que no podemos darte esa información, solo conformate con el hecho de que te ayudamos.- le dijo la muchacha.

-Gracias...

-Está bien, no te preocupes.- Suji se puso de pie-. Ahora, necesito que te pongas de pie y comas un poco antes de que nuestro jefe llegue. Si te ve fuera del sótano, somos gente muerta ¿De acuerdo?

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora