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Jungkook se sentía vulnerable e iluso por haber pensando que una persona se había acercado a él sin ninguna intención. Tal vez Taehyung tenía razón, y ese tal Byeon solo quería aprovecharse de él después de que le dijera que quería preparar el bendito pollo.

Había pasado un día desde que se lo habían llevado a esa casa para mantenerlo a "salvo" y por más irónico que se escuchara si se sentía de tal manera. Taehyung ya no lo tenía amarrado y mucho menos en un sótano. Lo había instalado en una habitación (en la cual Kim echaba pestillo sin que Jungkook se diera cuenta) completamente solo. Jungkook a veces salía a la terraza y se distraía observando el mar, pues en los ventanales de la sala no podía hacer tal cosa porque Taehyung decía que le molestaba el sol y prefería tener las cortinas abajo.

Algunas veces estaba solo en casa, pues el mayor salía y no volvía sino hasta pasada la noche. Jungkook se había quedado varias noches durmiendo en el sofá, y Taehyung lo cargaba llevándolo hasta su habitación.

-Llevas aquí bastante tiempo ¿En qué piensas?

Jungkook se sobresaltó al oír la voz tras su espalda, y se dio la vuelta poco a poco hasta encontrarse con aquel rostro que había empezado a parecerle muy atractivo.

Y es que no iba a negarlo, Taehyung era bastante atractivo. Sus facciones marcadas y aquel cabello castaño que le caía tan perfectamente sobre la frente y el rostro de forma despreocupada, era simplemente precioso.

-N-nada específicamente.

Taehyung asintió restándole importancia por ese momento. Le convenía saber que pasaba por la cabeza de Jungkook, le gustaba tenerlo controlado para que no se saliera de sus manos. No hacía falta recalcar que a Kim le encantaba tener el control de absolutamente todo, y el pequeño Jeon no iba a ser la excepción.

-Bien.- su respuesta fue seca y cortante, como siempre. Estaba a punto de darse la vuelta, pero una mano en su muñeca lo detuvo.

-D-de hecho si hay algo.- murmuró Jungkook bajito, mirando las puntas de sus zapatos.

-¿Y eso es...?

-Me g-gustaría ver cómo están mis padres...

Esas palabras bastaron para que Kim Taehyung frunciera el ceño y se soltara del agarre en un movimiento brusco. Jungkook se sobresaltó dando un paso hacia atrás, sintiendo como el metal de la baranda se clavaba en su espalda baja.

Taehyung se pasó las manos por el cabello exasperado y trató de calmarse. Contó hasta diez, pero al parecer aquello ya no funcionaba como antes.

-No.

-Los extraño...- susurró-. S-solo me gustaría saber cómo están, saber algo...

-¡No!- el grito resonó en todo el lugar dejando tras el un silencio ensordecedor. Jungkook lo miró con ojos grandes completamente asustado. Kim se remojo los labios con la punta de la lengua y pensó en sus siguientes palabras-. Si tus padres te ven querrán apartarte de mi lado ¿Eso quieres? ¿Qué te alejen de mi y nadie más pueda protegerte como yo lo hago?

-Mis padres son buenos, ellos entenderían.

-No van a entender, querrán alejarte de mi y harán que no pueda verte más.

-Pero...

Taehyung dio unos pasos hacia delante hasta que por fin pudo agarrar el rostro de Jungkook entre sus manos. Lo obligó a levantar la mirada hasta que esos ojos negros como la noche se encontraron con los suyos.

-Jungkookie, ni siquiera han hecho el más mínimo esfuerzo por buscarte ¿Realmente crees siquiera que ellos están preocupados por ti?

Jungkook bajó la mirada consternado. ¿Era cierto lo que Taehyung le decía? ¿Sus padres ni siquiera lo estaban buscando? Los señores Jeon eran unas personas bastante poderosas en ese país y podían tener lo que quisieran con solo chasquear los dedos. Y sin dudas ya habrían encontrado a su hijo de proponérselo. Los ojos del menor se cristalizaron al pensar en esa posibilidad. ¿Sus padres no lo querían? No, si lo hacían, todo debía ser un mal entendido, pero...¿Entonces por qué no lo estaban buscando? ¿Por qué no había oído absolutamente nada de ello sabiendo el poder que tenían sus padres?

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora