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La mente de Taehyung era un lugar desconocido. Peligroso. Un lugar que solo conocía él. Y que si intentabas entrar podías perderte.

Generalmente era fácil leer a las personas. Si alguien hacía algo malo o estaba mintiendo podías notar su nerviosismo. Si se sentía mal notabas su tristeza. Si lastimó a otra persona veías el remordimiento en sus ojos. En Taehyung las cosas funcionaban diferente ¿tristeza, remordimiento? Eso no estaba en su diccionario ¿Nerviosismo? Solo se hacía presente cuando algo no salía como él quería.

Por esa razón era tan difícil saber que pensaba Taehyung cuando te miraba. Podría estar solo mirandote o podría estar planeando tu muerte. No lo sabías y eso era angustiante cuando lo tenías de frente.

Y su madre no era una excepción.

-Gracias...

-¿Gracias? Deja de joderme la puta vida y desaparece de una vez. No me das lástima. No te quiero.- soltó con rabia-. Los únicos sentimientos que tengo hacia ti son odio y asco.

-Taehyungie...

-¡Cállate!- gritó exasperado. Oír la voz de esa mujer le estresaba-. ¿Dónde está tu querido hijo, mmm? ¿Por qué no le dices a él que te ayude?

-Para por favor...

-Ah cierto ¡Porque se anda metiendo cuanta mierda encuentra por allí hasta quedar inconsciente!- se acercó más a su madre, notando las lágrimas que empezaban a acomularse en sus ojos. Y sonrió, sonrió porque le encantaba ser la causa de esas lágrimas-. Dime, mamá ¿Sigue siendo tu hijo favorito? ¿Ah?- la mujer sollozo aún más-. ¡Responde!

-N-nunca lo fue...nunca lo f-fue.

-Eres una jodida mentirosa.

Como si no fuera suficiente, la puerta de la casa se abrió, dejando ver a aquel pequeño rubio con facciones angelicales. Su mirada estaba perdida y un poco desorientada a causa del tabaco de mariguana que se había fumado una hora atrás.

-¡Pero mira nada más quien llegó!- gritó Taehyung con fingida emoción-. ¡El hijo favorito de mami!

El menor se quedó estático en su sitio, siendo incapaz de siquiera mover una pestaña. Conocía a su hermano mejor que nadie y sabía de lo que era capaz.

-¿Qué estabas metiendote esta vez? ¿Coca, heroína, ketamina o extasis?- las preguntas eran duras y sin ningún tipo de tacto-. ¡Responde, Jimin!

-N-nada que te importe.

-Tienes razón, no me importa, solo me gusta recalcarlo para hacerte sentir más mierda de lo que eres.- soltó con asco-. Tu y esta mujer son tal para cual.

Jimin realmente trataba de ignorar las palabras de su mayor, pero eran tan duras y lanzadas sin remordimiento que lo hacían sentir como una completa mierda. Sus amigos sabían que era un drogadicto. Su madre era plenamente consciente de ello. Entonces ¿por qué dolía más que Taehyung se lo dijera si él ya lo sabía?

-Taehyung, ya no más.- trató su madre de detenerlo.

-Tu cállate.- demandó-. Por tu culpa soy así. Por tu culpa fui miserable toda la vida. Y por tu culpa papá murió.

-No fue así...no fue así...

-¿Ah no? ¿Entonces como fue? Empecemos por el hecho de que le fuiste infiel, luego pasemos a que durante dos putos años le hiciste creer que esa escoria.- señaló a Jimin-. Era su hijo, y que solo se supo la verdad por una prueba de ADN.

Jimin no decía absolutamente nada para defender a su madre, porque no había como. Fue producto de una infidelidad, y no se sentía orgulloso de ello. Era miserable desde su nacimiento, y tal vez así sería toda la vida.

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora