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-Dos meses tenemos para robar esa joyería.- informó Tae incrustando el pin rojo en la ubicación. Tenían una cartelera llena de información: nombres de los dueños, sus hogares, horarios, familiares y muchas cosas más-. Necesito que busques más información, cualquiera nos sirve.

Jihoon asintió. Él era el encargado de investigar absolutamente todo sobre los lugares y dueños a los que arremeterian. Siempre tenía que saber todos los detalles, porque un solo error y todo podría joderse.

-Suji, para esta ocasión debes fingir estar interesada en comprar.- la peli negra asintió. Además de ser el transporte, a veces era la distracción-. Compra una peluca, utiliza mucho maquillaje y si es posible lentes de sol. Si el dueño te muestra joyas para que las veas evita tocarlas, no queremos que queden tus huellas, evita tocar cualquier cosa.- debía tener cuidado, y más con esos pequeños detalles que podrían joderlos-. Y no dejes que vea el tatuaje de tu muñeca, maquillalo de ser posible.

Suji podía sentir la emoción recorrer su cuerpo. Por supuesto que también sentía adrenalina cuando tenía que cambiar de coche tan rápidamente, pero le gustaba muchísimo más tener que exponerse de una manera tan obvia.

-Byeon, tu vas conmigo. Necesito que desactives la alarma del local.- sin mas que decir se sentó en la silla que estaba frente a todos sus compañeros-. No se quiten las máscaras, y no se olviden de los guantes. Una sola cosa que hagamos mal y tendremos a los malditos policías respirandonos en la nuca.

Tener a Taehyung en el grupo era como convivir con Albert Einstein pero siendo el mejor ladrón del puto país y un psicópata de mierda.

La reunión se dio por terminada y Tae se dirigió hasta el baño buscando el botiquín de primeros auxilios. Agarró la bandeja que tenía sandwiches y un vaso de agua y bajó hasta el sótano de nuevo. Con un poco de esfuerzo abrió la puerta viendo a Jungkook tirado en el piso, su respiración era suave, por lo que creyó que estaba dormido.

-Vete...

Kim hizo caso omiso a la petición y se acercó al chico. Jungkook de inmediato se sentó alejándose de él y su mirada fue de completa sorpresa al ver la bandeja con la comida. Sin embargo, su desconfianza no dejó que lo comiera. Taehyung se percató de ello y con fastidio le dio un mordisco al sandwich y tomó del agua.

-Come, no hice esto para que lo dejaras.- reprochó.

El menor se acercó aún con desconfianza, pero finalmente empezó a comer. Tae le agarró el tobillo y Jeon hizo el ademán de alejarse, pero el agarre del contrario era fuerte.

-Joder, quédate quieto.- abrió el botiquín de primeros auxilios y sacó las cosas que necesitaría: algodón, una venda, crema con antibiótico y alcohol.

Mojó el algodón con el alcohol y lo pasó sin ningún tipo de cuidado por el tobillo del muchacho provocando que este se quejara.

-¿Tus padres tienen mucho dinero, no es así?- preguntó con voz calmada.

-Sí...

-¿Y qué hacen con tanto?- después de desinfectar toda la herida abrió la crema y se echó en el dedo para esparcirla por la piel de Jungkook.

-E-ellos compran p-propiedades...

Taehyung sonrió. Bingo.

-¿En serio? Entonces es cierto que tienen mucho.- siguió hablando. Subió un poco la cadena para dejar visible el tobillo y empezar a vendarlo-. ¿Qué lugares les gusta más para vivir? A mi me gusta mucho la playa, específicamente las de Busan.

Jungkook asintió, olvidándose por un momento que estaba manteniendo una conversación con su jodido secuestrador, y de paso, le estaba dando bastante información.

ESTOCOLMO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora