*Amelia
Desperté sintiendo un pequeño dolor en mi abdomen, inmediatamente recordé lo que había pasado. Aparté a Jessica justo antes de que la Sombra del Rayo la apuñalara, entonces yo recibí el golpe y me desmayé. Cuando finalmente pude abrir los ojos logré ver a Jessica hablando con Lucia en lugar de quemarla, es un progreso:
- Me alegra ver que por fin se hablan - Les dije y apenas escuchó mi voz Jessica corrió a mi lado y antes de poder decir algo me besó.
Por supuesto le regresé el beso y una vez nos separamos nos abrazamos, estuvimos así por un rato mientras trataba de calmar a Jessica que estaba llorando en mi hombro:
- Oye, también me alegra estar viva roja - Le dije mientras le acariciaba el cabello - Me alegra ver que mientras estaba dormida ustedes hablaron como dos mujeres normales.
- Todavía no la perdono - Dijo haciéndose la ruda.
- Pero ya le hablas y eso es un progreso - Le dije guiñándole el ojo, Jessica se sonrojó un montón por eso.
- ¿Por qué no puedo odiarte? - Le robé un beso antes de que dijera cualquier otra palabra.
- Por favor, nada de sexo hasta que te quitemos esos vendajes, no queremos que la herida se vuelva a abrir - Nos separamos rojas hasta las orejas y cuando giramos vimos al sujeto que forzó las esposas la noche anterior.
- Chang, déjalas en paz - Le dijo Lucia tratando de ser responsable, pero estaba claro que también le daba risa.
- Por cierto, tuviste mucha suerte chica - Me dijo Chang - Un poco más abajo y la espada hubiera hecho un daño irreparable - Me asusté al pensar en las consecuencias de eso.
- ¿Qué tipo de daño? - Le pregunté asustada.
- Bueno, eso depende - Levanté la ceja confundida por sus palabras - ¿Quieres tener hijos? - Jessica ahogó una risa al escuchar esas palabras y por poco me muero de la pena al escuchar eso - Bueno, aunque tampoco es que sea un gran problema, ambas son mujeres después de todo y... - Lucia le dio un golpe en el hombro a Chang para que se callara, Jessica se estaba riendo por lo bajo al escuchar esas palabras - En cualquier caso, sí tuviste mucha suerte, agradécele a Lucia por traerte hasta aquí tan rápido - Le dijo a la mujer que estaba parada viendo todo - Por cierto, ya que estás despierta vístete y baja a la cafetería, Steve convocó una reunión de emergencia y es muy urgente.
- Bajaré en un rato - Chang se fue de la habitación, Lucia pareció entender que quería un momento a solas con Jessica y también se fue del cuarto, cuando nos quedamos solas se hizo un silencio que terminé rompiendo - Oye, podrá ser un doctor, pero es un idiota - Le dije entre risas.
- Sí, pero tiene razón en algo - Me dijo para después besarme en la mejilla - Tuviste suerte de no perder eso - Levanté una ceja al escuchar esas palabras.
- Así que... - Hice una pausa para sentarme al borde de la cama y hablar con ella - ¿Quieres tener hijos? - Le pregunté de forma coqueta, pero en el fondo estaba nerviosa por la respuesta.
- Sí - Me dijo con la mirada en el suelo, estaba apenada - Sé que no tuve buenos ejemplos de maternidad, pero aun así quiero ser madre - Me miró a los ojos antes de continuar - Y me gustaría que tú me acompañaras en esa aventura - Me reí un poco antes de responderle.
- Señorita Anderson ¿Acaso me está proponiendo matrimonio? - Le pregunté de manera sarcástica, pero sincera.
- No lo sé, creo que solo me estoy dejando llevar - La tomé de la mano antes de responderle.
- Pues de verdad me gustaría acompañarte en esa aventura - Y antes de continuar me le acerqué - Y si te soy sincera: También quiero ser madre - Le di un beso en los labios y me fui al baño a cambiar de ropa.
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Libro 5 | Saga Elementos | Agua: La Hija del Dragón
FantasyTras descubrir lo que los Oscuros planean, Daniela Chase llama al templo de la Orden de la Luz para reunirse con el resto de los Elementales en Washington D.C., sin embargo, la llegada de sus compañeros Elementales se verá interrumpida por los Oscur...