Capítulo 25: Consecuencias

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*Max

Intentar describir lo que pasó es muy complicado y confuso. Recuerdo que mientras Amelia y Daniel intentaban curar las heridas de Jessica, todo era desesperación porque la sangre no dejaba de salir, pero entonces, de la herida empezaron a salir llamas como si de un soplete se tratara y luego nos dimos cuenta de que la herida de Jessica se había cerrado.

Según Daniela, no había ni signos de una hemorragia interna, ni tampoco una cicatriz. Era como si la herida solo se hubiera esfumado. Jessica estaba fuera de peligro, pero sea lo que sea que haya pasado, la dejó exhausta y se desmayó. Tuve que cargarla hasta el auto para regresar al aeropuerto militar y luego al hotel de Santa Mónica dónde nos esperaban Chang y todo un equipo de sanadores. Al parecer Steve los había enviado como precaución.

Se llevaron a Jessica a una habitación en dónde la examinaron por una hora y en todo ese tiempo Amelia, Jordan y Amy estuvieron muy preocupados. Cuando Chang salió del cuarto nos dio la noticia:

- Físicamente hablando no tiene nada, pero por alguna razón está en estado de coma - Nos explicó.

- ¿Pero ella está bien? - Le preguntó Jordan muy preocupado.

- Sí - Le dijo Chang - Solo se quedó sin energía y necesita tiempo para recuperarse. Está fuera de peligro, ahora lo que necesita es descansar - Nos dijo y prosiguió a retirarse con los demás sanadores.

Pasaron cuatro días enteros en los cuales Jessica siguió durmiendo como un tronco. Amelia rara vez se apartaba de su lado y Jordan apenas y podía comer de la preocupación que sentía, el chico perdió mucho peso en unos pocos días:

- Esto no me gusta nada - Le dije a Daniela mientras me sentaba en la cama.

Sí, ya sé que tal vez no sea el mejor momento, pero la verdad es que teníamos ganas y nos ganaron las hormonas. En cualquier caso, miré por la ventana hacia la playa y observé el reflejo de la luna en el agua:

- Amelia está destrozada y a este paso Jordan quedará en los huesos - Le dije preocupado.

- Entiendo cómo te sientes Max. También quisiera poder hacer algo, como retroceder el tiempo y ser yo la que recibiera el disparo - Dijo con mucha tristeza - Esa bala era para mí en primer lugar.

Daniela me había contado lo sucedido en el silo y, aunque entendía cómo se sentía, la verdad es que no fue su culpa:

- No fue tu culpa, Daniel - Le dije mientras le tomaba la mano - Esa chica hubiera disparado de todas formas, no había nada que pudieras haber hecho para cambiar la situación.

- Eso no me consuela - Me dijo mientras miraba a otro lado - Pero estoy segura de que eso no le sentará bien a Amelia.

- Hiciste bien en no contarle - Le dije sabiendo de lo que era capaz Amelia y en ese estado no quiero ni imaginarme lo que haría si se entera - Por ahora, lo mejor será que no lo sepa, no solo porque en el peor de los casos podría ir a provocar un tornado vaya a saber dónde, también porque en este momento seguro no le hará bien saberlo - Le expliqué - Probablemente piense que Jessica dijo que la encontró, se enamoraron y el resto es historia, la ex de Jessica se puso celosa y disparó en venganza, causando que Amelia sienta culpa por lo que pasó y a saber de lo que sería capaz en ese punto.

- Entiendo tu punto - Me dijo Daniela - ¿De verdad crees que es capaz de salir a buscar venganza?

- No lo sé, nunca fue alguien vengativa - Dije con la mirada en el suelo - Pero sí sé que tiende a culparse por todo - Mientras esas palabras salían de mi boca recordé lo que pasó en el orfanato cuando teníamos cinco años.

- Parece que recordaste algo bastante malo - Dijo Daniela al ver mi expresión.

- Sí - Le confirmé - Mira, es probable que, o él ya nos esté esperando en otra ciudad, o que venga en camino, así que te lo contaré.

Libro 5 | Saga Elementos | Agua: La Hija del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora