*Eve
Decir que es complicado avanzar sin saber en dónde se esconden tus enemigos es quedarse cortos. Tuvimos que tener mucho cuidado al momento de avanzar para no alertar a nadie y desatar un tiroteo, pudimos llegar a la cámara del misil con solo seis minutos restantes, pero había unos idiotas armados vigilándolo:
- ¡Mierda! - Maldije en español - Esto será complicado.
- Y eso es decir poco - Dijo Ronald.
- Yo puedo distraerlos mientras ustedes colocan el PEM, pero tendrán que hacerlo rápido - Dijo Leonard y tenía razón, él era el único que podía pasar por esa balacera sin morir.
- De acuerdo - Dijo Ronald y yo asentí.
- Vamos entonces - Sentencié y nos lanzamos contra los mercenarios.
Leo llamó su atención con una serie de giros y vueltas a gran velocidad y los mercenarios no tardaron en ir tras él mientras disparaban sus armas.
Cuando llegamos al proyectil gigante, Ronald comenzó a colocar la carga PEM mientras yo lo cubría. No tuve que matar a muchos mercenarios, porque Leo se estaba encargando de la mayoría. Solo me encargué de algunos rezagados mientras ayudaba a Leo desde lejos, disparando bolas de fuego y quemando a todos los mercenarios que podía con mis llamas:
- ¡Listo! - Dijo Ronald.
- ¡Leo, nos vamos! - Le grité.
- ¿Tan pronto? - Preguntó con sarcasmo mientras esquivaba las balas - Apenas estaba calentando - Y mató a otro de los mercenarios disparándole un rayo al pecho.
Tomamos suficiente distancia y presionamos el detonador mientras nos cubríamos. El PEM detonó y todas las luces de ese pasillo se apagaron. Luego el misil comenzó a soltar algunas chispas que cesaron a los dos segundos:
- ¡Desactivaron el misil! - Dijo uno de los mercenarios por el comunicador que tenía en su oreja - ¿Hola? - Preguntó en el aparato - ¡Mierda!
- Parece que también freímos sus aparatos - Dijo Ronald mientras salía de su escondite - Eso significa que no podrán pedir refuerzos - Una sonrisa algo sádica se formó en su rostro.
- Solo por esta vez estoy de acuerdo contigo - Le dijo Leo - Acabemos con ellos antes de que sean un problema más grande.
- Ustedes dos me van a sacar canas - Dije mientras tronaba mis nudillos - Vamos a matar a esos hijos de puta.
*Jordan
Cuando partimos rumbo al misil lo hicimos con mucho cuidado de no llamar la atención. No encontramos a muchos Oscuros durante el camino, solo algún que otro despistado que no supo qué lo golpeó. Continuamos por los pasillos hasta llegar a la gran cámara del misil y nos encontramos con el enorme cohete, pero había algo raro: Nadie lo vigilaba. Eso nos puso en alerta de inmediato:
- Tengan cuidado - Nos advirtió Amelia - Esto tiene toda la pinta de ser una emboscada.
- Espero que solamente sea un descuido de los Oscuros - Pidió Amy - Cúbranme mientras coloco la carga.
- Apresúrate - Le dijo Amelia.
Mientras esperábamos en estado de alerta máxima noté que Amelia parecía preocupada, así que decidí preguntarle al respecto:
- ¿Estás bien? - Le pregunté.
- Como nunca - Me respondió - Es solo que esta situación me tiene bastante nerviosa.
ESTÁS LEYENDO
Libro 5 | Saga Elementos | Agua: La Hija del Dragón
FantasyTras descubrir lo que los Oscuros planean, Daniela Chase llama al templo de la Orden de la Luz para reunirse con el resto de los Elementales en Washington D.C., sin embargo, la llegada de sus compañeros Elementales se verá interrumpida por los Oscur...