Shikadai jamás había entendido el encanto que todos tenían por los bebés y niños.
Pensaba que sus "encantos" solo eran la forma de encubrir todo lo que ellos implican; gastos, noches sin dormir, estrés, responsabilidad, sacrificios, etc.No terminaba de entender como algunos de sus amigos buscaban con tanta desesperación el poder reproducirse.
Sin embargo, la duda pareció aclararse y el deseo en él comenzó a crecer de poco a poco.
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.Caminaban por la aldea, la Hokage y parte de su equipo de trabajo debían vigilar los puestos de comercio que había en el mercado, ese año Sarada había decidió hacerlo de forma directa llendo puesto por puesto de forma personal, quería cerciorarse de que todo estuviera bien y brindar ayuda si algún puesto lo necesitaba, además de que quería vincular con las personas de su aldea, no había mejor forma de hacerlo que conviviendo con ellos.
— Shikadai, mira... —Sarada había tomado en brazos al bebé de la dueña de el pequeño puesto en el que estaban— ¿no es adorable? —la emoción en Sarada se mostró en su sonrisa y los ojos que parecían brillar al estar viendo al bebé.
— Sí... —Shikadai sintió algo dentro de él al ver a su esposa con aquella criatura que parecía sonreírle de vuelta a Sarada.
Él dejo escapar una pequeña sonrisa.
Hacía años que no se lo había cuestionado, desde su adolescencia de hecho.
¿Quería hijos?
La respuesta del Shikadai adolescente fue un rotundo no, pero ahora las cosas eran distintas.
— Se ve muy feliz con un bebé en brazos, Hokage-sama —dijo la dueña del local y madre del bebé.
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.— Aquí Sarada apenas estaba aprendiendo a comer por si sola...
Shikadai tomó en sus manos la fotografía que Sakura estaba mostrando.
Esa noche habían cenado en casa de los Uchiha, cosa que hacían de vez en cuando desde que Sarada y él se habían casado, Sakura había aprovechado esto para sacar las fotografías viejas de la pelinegra.
Shikadai ya las había visto, la primera vez que cenó en la casa de los Uchiha oficialmente como el novio de Sarada, Sakura había sacado los álbumes de fotos de Sarada quien se había opuesto rotundamente y tratado de esconderlos a toda costa, aunque Sakura al final logró mostrale aquellas fotos, que para Sarada de ese tiempo eran vergonzosas, a su yerno.
Ahora Sarada ya no se oponía, incluso había sido ella quien le había pedido a su madre algunas fotografías para poder fotocopiarlas y poner algunas en su nuevo hogar.
En la foto que Shikadai tenía en sus manos podía ver a una Sarada bebé embarrada de lo que parecía ser papilla de color rojo, Sarada bebé sonreía a la camara orgullosa de estar comiendo ella sola.
Sonrío enternecido, Sarada era adorable cuando era bebé.
No pudo evitar imaginar a una bebé, hija de ambos que fuera idéntica a ella, con hermosos ojos negros.
— ¿Y bien? ¿Cuándo abra un bebé en la familia?
— Mamá... —Sarada estaba a punto de regañar a su madre por ser inoportuna cuando Shikadai la interrumpió.
— Quizás pronto...
La risa de emoción de Sakura quedo en segundo plano para Sarada quien miró a Shikadai sorprendida.
Aún no habían hablado de tener hijos, pero sonrió al sospechar que ambos deseaban lo mismo, temía ser ella la única en desearlo.
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EMOCIONES || ShikaSara
Fiksi PenggemarLas emociones componen nuestra alma, sin ellas seríamos cuerpos de carne sin algún tipo de sensibilidad emocional. En una relación tenemos como base principal las emociones y sentimientos, ya que estos son los que unen a las personas. En una relació...