Sensualidad

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Antes de que leas esto quiero advertirte que no soy buena escribiendo escenas subidas de tono, solo quería decirlo.

También desde hace rato quiero escribir algo sobre los hijos de esta pareja que tanto me encanta, así que si me sugieren algo estaría increíble. :)

¡Buen provecho!

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"El fuego se va acabando con el paso del tiempo, el matrimonio después de los hijos la cosa se acaba..."
Mentía si Shikadai dijera que ese tipo de comentarios no lo habían asustado antes de contraer matrimonio o antes de decidir querer tener hijos.

No se avergonzaba de aceptar que tenía una gran admiración por el sexo, lo disfrutaba mucho, aunque sabía que ya no podía ser diario, sí podía ser siempre que se pudiera.

Y nadie lo culpaba por ser de esa forma, su esposa Sarada veneraba su apellido Uchiha y era por mucho una persona que su sola existencia era seductora.

Piernas largas, cintura estrecha y senos que parecía hechos a la medida de su delgado cuerpo.
Estaba seguro de que alguien allá arriba había hecho a Sarada justo para él, o al menos su cuerpo perfecto para el deseo de sus ojos.

Pero ahora sus deseos estaban suavemente reprimidos.

Sarada era hokage y él su consejero, ocupaciones honorables pero muy cargadas de trabajo constante, además de ser padres de ahora tres niños revoltosos.

Cerró con sigilo y silencio la puerta de su hija del medio.
Shikara era una niña de papá, era los ojos de Shikadai, la amaba mucho pero admitía que suspiraba de alivio cuando la niña caía dormida.
Su herencia problemática había llegado hasta ella para la mala suerte de sus padres, era curiosa y traviesa sin miedo a meterse en problemas.

Caminó por el pasillo hasta llegar a otra puerta con decoración más infantil.

Al abrirla se encontró con su esposa parada frente a una cuna casi completamente a oscuras.

Shh, acaba de dormirse... —susurró Sarada llevando su dedo índice a sus labios indicando que guardara silencio, esta acción apenas se distinguió entre las sombras.

Lentamente y en silencio cuidadoso pudo salir de la habitación del bebé de la familia.

Shikaske era el menor de los hijos. Recientemente estaba aprendiendo a dormir en su cuna, por ahora no había sido demasiado problemático, pero habían tenido pequeños resbalones con berrinches de su parte ya que el pequeño disfrutaba quedar dormido en el pecho de su madre, y era una verdadera batalla si despertaba y ya no estaba con ella. Apenas hace un mes habían iniciado la dinámica de que durmiera en su habitación, el proceso sería lento por lo que debían aprovechar cuando el pequeño se quedaba dormido, ya que muchas veces se rehusaba a dormir en cualquier lugar que no fuera la grande y cómoda cama de sus padres con ellos a su lado.

¿Agotada? —preguntó Shikadai abrazándola por los hombros mientras caminaban por el pasillo hasta las escaleras.

Agotada no, pero sí un poco cansada... —admitió Sarada bajando las escaleras.

A pesar de su cansancio no sentía sueño, solo quería sentarse en el sofá y relajarse un poco.

Ambos caminaron hasta la sala donde Sarada casi se lanzaba al sofá.

Hay que disfrutar mientras los niños estan dormidos —dijo Sarada recostándose en el sofá con una lentitud que en realidad no fue intencional, pero hizo que algo vibrar en Shikadai— que Shikashi se haya ido al viaje escolar lo calma todo, aunque lo extraño...

EMOCIONES || ShikaSaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora