Kady no cree en el amor. Nunca lo ha hecho y la culpable es su madre. Sin más preocupaciones que seguir dedicándose a su gran pasión, la fotografía, no espera verse envuelta en un suceso del pasado que cambiará su vida para siempre.
Dylan es un romá...
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C A P Í T U L O 14
Ocultamiento parcial de verdad
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Al pisar la calle me paro para respirar hondo y tranquilizarme. Nunca había discutido así con nadie y que la primera persona haya sido Kady me destroza. La he jodido, pero no me arrepiento. Saco las llaves del coche del bolsillo y me dirijo al coche.
―¡Dylan! ―Me giro al oír a Edgar llamarme―. ¿Qué mierda ha pasado ahí arriba?
Me apoyo en la puerta del copiloto y me cruzo de brazos.
―¿Cuánto has escuchado?
―Algo de un detective y la madre de Kady.
―No te lo puedo contar. Kady tiene que ser la primera en saberlo. Si te lo cuenta te haces el sorprendido o lo que requiera el momento ―asiente―. El otro día vino un detective a su casa para hablar con ella de su padre. Yo abrí la puerta y recibí la tarjeta porque Kady no quería. Me dijo que tirase la tarjeta, que no quería saber nada de ese hombre y yo, siguiendo mi instinto, me puse en contacto con él.
No digo nada más y Edgar no me responde. Nos quedamos en silencio hasta que suspira.
―¿Es algo grave? ―pregunta y asiento en respuesta―. Vale, yo también he discutido con ella... ―se interrumpe al recibir un mensaje y responde con rapidez―. Bueno, ya estamos bien así que intentaré no sé, que te escuche. Si es algo importante tiene que saberlo.
―Gracias ,Edgar. ¿Por qué has discutido con ella? Perdona, soy algo curioso.
Se ríe y niega.
―Me ha echado de su casa porque no soy su novio y no tengo que estar en sus malos momentos. Yo le he dicho que pensaba que empezábamos a ser amigos y que se buscase otro con el que acostarse porque yo no soy un juguete.
―No te preocupes, es un poco explosiva, pero recula enseguida, aunque no creo que yo tenga esa suerte.
―No digas eso, tarde o temprano cederá.
―Gracias.
Nos despedimos y subo al coche rezando porque Edgar tenga razón.
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―Por cierto, ¿tú sabes por qué Kad no ha querido venir? ―pregunta Darcy. Estamos en un restaurante esperando a Shane para cenar. Finjo no escucharla mirando fijamente el menú. Por el rabillo del ojo veo que se acerca alguien―. Hola, Shane.
Levanto la mirada y me despido de la tranquilidad porque Shane me lee demasiado bien. Darcy es más despistada y no se percata de que algo ocurre.
―Buenas, ¿y Kady? ―pregunta sentándose al lado de Darcy. Al dejarse caer le da con el hombro y sonríe inocentemente―. ¿A ti qué te pasa?
